ROSCÓN DE REYES
Al final, hemos terminado de poner las rebajas a las dos de la mañana. La mayor parte de la gente ha demostrado ser inteligente y se ha ido a su casa a compartir la noche de epifanía con lo suyos, en vez de pasarse la noche hasta las doce de compras. Pero ha habido algún que otro comprador, conste.
Y, al final... al final he cedido a la tentación y me he comprado un roscón de reyes de 800 gramos*, relleno de nata que... a ver... mmmm.... está buena, sí, para mí solita. Bueno, no: si mañana quiere alguien venir a compartirlo por la tarde, supongo que todavía me quedará bastante. Y tendré leche con chocolate o sidra, a elegir, para los visitantes. Si nadie viene... tendré que comérmelo, claro. No se puede desperdiciar el roscón. Sería un delito, vamos.
Eso sí, si mañana nadie viene a verme, creo que me voy a dedicar el día a coser (sí, me, de dedicarme el día). Tengo que hacerme al menos un precioso y regio traje para la II Mereth Erukyermë, que está al caer. Si podéis, venid, porque va a ser grandiosa, y toda una lección de Historia Numenoreana.
Zirbêth, saboreando el primer trozo de roscón...
1 Comments:
Me gustaría probar la rosca, pero es imposible. Así que cómete mi porción y luego me cuentas.
saludos y que loe Reyes te concedan más de lo que les pediste.
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