sábado, septiembre 17, 2005

UNA SEMANA

Estamos a una semana de la Feria Medieval de Buitrago, y aún nos queda mucho por hacer. Demasiado, diría yo, de hecho. Entono la primera el mea culpa, pues aún no me he aprendido mi papel en la obra en la que participo. Aunque aduzca la razón de que el resto del reparto estaba de exámenes y tampoco había posibilidad de ensayar, lo cierto es que, al menos, me podría haber aprendido mis líneas. Menos mal que no es demasiado...

En la fase personal en que me hayo, lo cierto es que el actuar frente al público me atemoriza un poco. Normalmente, disfruto mogollón, incluso obscenamente, dada esa naturaleza exhibicionista que tengo. Pero ahora mismo, si estar con más de tres personas me pone nerviosa, imaginad cuando se trata de multitudes. Multitudes con las que me tengo que comunicar, no cualquier multitud, claro está.

Volviendo a lo más importante, nos queda una semana para ensayar hasta dejarlo bordado. Encima, me han enmarronado para el duelo, que, siendo sincera, no me apetece lo más mínimo; por eso ya me había salido del proyecto antes. Eso, sin mencionar todo lo que me queda por coser...

La semana que viene va a ser agotadora.

Zirbêth.