domingo, noviembre 16, 2008

¿QUÉ ES LA REPÚBLICA?

Llevo cosa de hora y media o dos horas leyendo noticias sobre la IX Asamblea de IU. No me refiero a la mayoritariamente desinformación de los periódicos, sino al testimonio de los blogueros que están allí cubriendo voluntariamente y sin cobrar un duro el evento. Es una iniciativa de I love IU estupenda que está permitiendo que los que nos interesamos por lo que ocurre en esa asamblea podamos tener información alternativa disponible. Lo mismo mismito que en la reunión del G-20, vamos. Tienen nuestros políticos que aprender mucho de lo que su condición de representantes de los ciudadanos implica, empezando por decir claramente en qué se están gastando la pasta de nuestros impuesto, y empezando esa transparencia que dicen perseguir en que podamos saber exactamente lo que se habla en sus reuniones por el procedimiento de seguimiento en directo con acceso libre de cámaras y radio.

Pero a lo que iba. Visitando la red de los blogs que están allí en vivo y en directo, he encontrado La bitácora de Jaume, de Jaume d'Urgell i Rubió, y un post que me ha encantado titulado ¿Qué es la República?. En su brevedad, expresa buena parte de lo que yo siento que debería ser un buen modo de política y gobierno. Copio y pego:

"¿Tienen razón los fascistas? ¿La República es una pasada etapa oscura, salvaje, asesina e ingobernable de rojos, masones, separatistas y antiespañoles? ¿Qué quieren los republicanos? ¿Desestabilizar España? ¿Destruir la democracia que tenemos desde 1978? ¿Se trata solo de cuatro paletos incultos que querrían asesinar a Su Majestad el Rey don Juan Carlos de Borbón?

La República es una forma de gobierno en la que nadie es más que nadie; donde todas las autoridades están sujetas a periódica elección y en la que el ejercicio de los poderes públicos se encuentra limitado a la responsabilidad ante los ciudadanos, al Derecho y la Razón.

La República es un modo de organizar los asuntos públicos, basado en las urnas, la separación y recíproco auto-control de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Un sistema basado en el respeto a los Derechos Humanos, en el que las armas no confieren el poder, sino únicamente la voluntad de la mayoría, culta e informada, expresada en paz y democracia.

En una República la autoridad no se fundamenta en el miedo, ni en las armas o la amenaza con el uso de las armas. En una República no puede haber poderes dinásticos, perpetuos, irresponsables o ilimitados: todo el mundo tiene alguien ante quien responder —sin espacios para la impunidad—. Además, todos los cargos electos son revocables por el propio electorado. En República nadie debería temer a su propio Estado… son más bien los gobernantes quienes deben dialogar, preguntar y respetar a la ciudadanía, empezando por asumir el carácter incuestionable de los derechos, libertades y garantías constitucionales que asisten colectiva e individualmente a todos los ciudadanos.

En República no hay más límites que la imaginación y la voluntad del pueblo, por tanto, de todo se puede hablar y no hay nada —excepto el racismo, el machismo u otras formas de discriminación—, que no se pueda someter a las urnas: la salvaguarda de la cultura, la estructura económica de la sociedad, la autodeterminación de los Pueblos, el trazado de las fronteras, etc.

La República es el respeto de la libertad de culto —y no culto— de la ciudadanía, pero sin permitir injerencias políticas de las organizaciones religiosas. Ningún credo merecer subvención pública, habiendo antes tanto por hacer y tan poco para hacerlo. En República, por tanto, el Estado debe ser laico desde la raíz hasta la bandera, para empezar, por cuestión de igualdad, puesto que favorecer cualquier opción, sería un agravio para las demás. Quien quiera un cura, que se lo pague.

República es poder popular, transparencia, austeridad, pacifismo, defensa de lxs trabajadorxs, respeto a las minorías… República equivale a legitimidad institucional, participación ciudadana, defensa de los oprimidos, compromiso solidario y firmeza frente al fascismo.

Una República no puede destruir la esencia de la democracia, valiéndose de artimañas como una legislación electoral fraudulenta o mediante la capacidad para ilegalizar ideas legítimas que incomoden al poder establecido.

Una República decente no puede prestarse a cooperar en las tareas de exterminio de la población civil de otros países, con el objetivo de satisfacer las pretensiones expansionistas de otras potencias, ni siquiera a cambio de dinero, influencia o supuesta estabilidad: no se comercia con el genocidio. La República renuncia al uso de la guerra como instrumento de política nacional.

La República puede ser imperfecta —cierto—, pero precisamente por su carácter democrático, junto al anarquismo, es uno de los sistemas menos imperfectos que se conoce.

Pero… ¿y el Rey? El rey no es mejor que tú. Si quiere un sueldo, que trabaje; y si le gusta la política, que milite o funde un partido… pero mejor lejos de aquí.

¡Salud y República!"


Me encantaría saber qué os parece, qué pensáis.

Zirbêth.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Me parece que para desgracia nuestra el que seamos una monarquia parlamentaria o un republica es el menor de nuestros problemas.
Veo mucho mas importante el cambiar la ley electoral por ejemplo que el hecho de que el Borbón de turno dilapide una pasta que exactamente igual dilapida un personaje electo por los ciudadanos (ejemplos hay cientos, citaré uno que me toca de cerca, el Sr. Camps, Molt Honorable President de la Generalitat Valenciana y sus megaproyectos de F1, Copa America, Volvo Ocean Race y demas zarandajas que han costado mas en 2 años que mantener a los Borbones tres decadas).

O que el maximo organo rector del tercer Poder, el Judicial, siga siendo elegido a dedo por los partidos políticos.

Que mantengamos una Camara Alta obsoleta e inutil, sin funciones practicas y reales.

En fin, los Borbones son un anacronismo, pero para mi sería empezar la casa por el tejado.

12:08 p. m.  
Blogger De Valk said...

En primer lugar, no voy a repetir los puntos que ha mencionado Vicent. Estoy de acuerdo en prácticamente todo.

En cuanto al resto del mail original, creo que el autor pierde de vista que el marco estatal que nos demos debe valer para cualquier tendencia política. Crear un marco constitucional con contenido político no sólo está abocado al frcaso, y a menudo un fracaso violento, sino que es profundamente antidemocrático. La democracia moderna no es la voluntad de la mayoría, sino el respeto a la minoría de convertirse en mayoría. Si se le coarta legalmente su programa, acceso a los medios de comunicación, etc, se impide mi libertad personal de cambiar de opinión. Aunque yo y el 99,9% votaramos a favor de alienarme ese derecho, que ya iría en contra de la Dec. Univ. de los Derechos del Hombre, además estaríamos cortando la libertad de la generación que no ha votado aún.

Si la pregunta es sobre el fondo monarquía/república, y por no repeirme con Vicent, quiero señalar que no es una dicotomía, hay decenas de opciones. Por ejemplo ¿hace falta de verdad un jefe del estado ceremonial, o el primer ministro puede hacer los dos trabajos por el mismo precio? El sistema americano funciona y es mucho más barato.

Mojándome personalmente diré que D. Juan Carlos me cae muy bien. Lamentaría que se aboliese la monarquía durante su reinado.

9:55 a. m.  

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