MISCELANEO
1. Que Peter Jackson no vaya, finalmente, a dirigir El hobbit, la verdad, no me quita el sueño. Aunque sus películas me las viera varias veces y, por el buen hacer de muchos de los actores y de la plasmación estética, no pueda decir que no me gusten, lo cierto es que aún no le he perdonado ni a él a ni al resto del equipo de guionistas las cuatro patadas que le han dado a la obra de Tolkien para hacer más comercial/entendible la obra al público general. Por, en una palabra, hacer de una novela épica a la altura del propio Homero y su Odisea, un grandes éxitos de la novela de fantasía. El señor de los anillos no es una novela de fantasía para niños o adolescentes: es épica para todas las edades, aunque más bien para adultos. No es un best-seller de esos dirigidos a quien casi nunca lee, es un libro para lectores empedernidos. No es un cuento, es novelización de mitología. Es cuasi-historia. Así que, si no se lleva al cine El hobbit, no seré yo quien lo eche de menos.
2. Después de un mes esperando a que me llamasen para mi plaza de interino, me he quedado con el amargo sabor de la inconpetencia administrativa en los labios. Cuando me presenté, me dijeron que, al no ser mi especialidad, necesitaba aprobar el primer examen para poder optar a un puesto de interina. Así que, cuando vi mi nombre en la lista de interinos, alcé una ceja. Me fui, ceja alzada, a la dirección de área territorial y pregunté, llena de desconcierto y desconfianza. Pero esperanzada: faltaba personal para cubrir puestos y habían abierto un plazo para que se presentase gente que no se hubiese presentado a la oposición. Así que pregunté y repregunté. La respuesta fue que, si me habían incluído en la lista de interinos, era porque podía optar a la plaza. Así que, dado que quedaban menos de doscientas personas por delante de mí en las listas, me dijeron que estuviese muy atenta, porque el llamamiento sería en muy poco tiempo. Así que me dispuse a esperar y, lo que es más importante, no me molesté en buscar otra cosa. Tras un mes de espera, me llamaron, me pidieron que llevase nº de cuenta bancaria, la fotocopia del título, etc. Tras un rato de espera, dijeron mi nombre. Y entonces, para mi sorpresa, una funcionaria con malos modos me dijo que yo no debería estar allí porque ni tengo el título de la Escuela Oficial de Idiomas, ni de Filología Inglesa, ni tres años de Traductores e Intérpretes, ni la especialidad de inglés de Magisterio. Toma, pues no, y bien clarito que quedó cuando, para las dichosas oposiciones, me pidieron aportar toda esa doumentación. "Pues no tienes derecho a plaza y no deberías estar en la lista de interinos", me espetó de nuevo. Vamos, que me metéis en una lista que no me corresponde, ¿y encima es culpa mía? Manda ovarios, de verdad. En definitiva, me quedé compuesta y sin curro, y perdí todo un mes que podría haber dedicado a eso mismo, a buscar curro, que buena falta me hacía (y hace). Eru, que cruz.
3. Por primera vez en mi vida laboral, he echado mano de las ETTs. No me gustan un pelo, porque si te pones malo, no cobras, dado que te pagan por hora trabajada. Bueno, no me gustan por mucho más motivos, pero en este breve contacto, he hallado un nuevo motivo de disgusto. Probablemente sea ingenuo por mi parte esperar que una empresa cumpla el servicio para el que recurres a ellos, teniendo en cuenta el país en que vivo. En este caso, lo que una ETT ofrece (algunas hasta lo tienen en una pared a tamaño enorme escrito en publicidad, bajo en nombre de compromiso con el trabajador y el cliente...) es, al empresario, un trabajador que se ajuste a sus necesidades, tanto por formación como por necesidades de temporalidad, entre otras cosas; con el trabajador, es ofrecerle puestos que se ajusten a sus necesidadades, capacidades y espectativas. Pero se ve que eso es pedir demasiado, por supuesto. La empresa pide alguien para hacerle fijo, pero ellos no se enteran, y le mandan a alguien que claramente dijo que buscaba algo temporal. O la empresa quiere alguien a tiempo parcial, y le mandan a alguien que quiere un completo. O el trabajador quiere un parcial y temporal, que es mi caso, y me mandan a una empresa que ha pedido a alguien para completo y que quiera hacer carrera en la empresa. Si a eso le añadimos que quien me hizo la entrevista se entusiasmó con mi nivel de inglés y no estuvo atento a lo que le dije en referencia a que estoy preparando oposiciones... Pues pasa lo que me ha pasado a mí: que a la semana se disculpan, te piden perdón por no haberte preguntado ni escuchado, pero que ellos quieren a alguien que se quede. Y vicebersa. En la siguiente entrevista, la ETT me dijo que eran dos meses por ETT y luego fijo, así que yo me callé lo de las oposiciones y mi búsqueda de temporalidad para que no me descartasen así, a la primera (lo de que a veces hay que mentir, que decía en otro post), y resulta que eso era exactamente lo que ellos buscaban. No sé aún si me han descartado o no, pero está claro que, si la ETT se hubiese enterado bien de lo que la empresa buscaba y me hubiesen dado la pertinente información, mis posibilidades hubiesen sido mucho mejores. Y así se lo he hecho saber a la persona que me seleccionó para el puesto: también se deshizo en disculpas, por supuesto; pero de poco me sirven las disulpas. ¡Qué hagan bien su trabajo, leñe!
Zirbêth, griposa y con fiebre. Y buscando curro a media, además.
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