jueves, mayo 18, 2006

CITA: LA HISTORIA INTERMINABLE.

No recuerdo cuanto hace que me la leí, pero fijo que era bastante jovenzuela. Me gusto, por supuesto, muchísimo. Y el otro día me hice con ella por un precio alrededor de cuatro euros más barato de lo que suele encontrarse, y sin estar demasiado deteriorada.

Una parte de mí espera que, al leerla con unos veinte años de diferencia, me guste incluso más. Espero que mi yo adulto sepa apreciar las cosas que los ojos infantiles no vieron, sin perderse nada de lo que entonces ya disfrutaron.

De momento, una de esas citas que produce dos sensaciones contradictorias. Por un lado, la satisfacción de ver tan bien expresados los propios sentimientos e ideas. Por otro, la triste constatación de que alguien más listo y más diestro ya nos pisó el texto.

Por supuesto, eso último era broma.

"Las pasiones humanas son un misterio, y a los niños les pasa lo mismo que a los mayores. Los que se dejan llevar por ellas no pueden explicárselas, y los que no las han vivido no pueden comprenderlas. Hay hombres que se juegan la vida para subir una montaña. Nadie, ni siquiera ellos, puede explicar realmente el por qué. Otras se arruinan para conquistar el corazón de una persona que no quiere saber nada de ellos. Otros se destruyen a sí mismos por no saber resistir los placeres de la mesa... o de la botella. Algunos pierden cuanto tienen para ganar en un juego de azar, o lo sacrifican todo a una idea fija que jamás podrá realizarse. Unos cuantos creen que sólo serán felices en algún lugar distinto, y recorren el mundo durante toda su vida. Y unos pocos no descansan hasta que consiguen ser poderosos. En resumen: hay tantas pasiones distintas como hombres distintos hay.

La pasión de Bastián Baltasar Bux eran los libros.

Quien no haya pasado munca tardes enteras delante de un libro, con las orejas ardiéndole y el pelo caído por la cara, leyendo y leyendo, olvidado del mundo y sin darse cuenta de que tenía hambre o se estaba quedando helado...

Quien nunca haya leído en secreto a la luz de una linterna, bajo la manta, porque Papá o Mamá o alguna otra persona solícita le ha apagado la luz con el argumento bien intencionado de que tiene que dormir, porque mañana hay que levantarse tempranito...

Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque una historia maravillosa acababa y había que decir adiós a personajes con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba, por los que había temido y rezado, y sin cuya compañía la vida le parecía vacía y sin sentido...

Quien no conozca todo eso por propia experiencia, no podrá comprender probablemente lo que Bastian hizo entonces."
(La historia interminable, Michael Ende, Ediciones Alfaguara, 1982.)


Zirbêth.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Yo lo comencé a releer hace poco después de haberlo leido, releido, y vuelto a leer en mi época de EGB (más tarde ESDLA ocuparía su puesto como libro más sobado de mi biblioteca) y no temas, aunque al final no lo he podido acabar porque ya no puedo ir en metro al curro, estoy segura de que te gustará tanto como antes. Es de esa clase de libros que tienen "ángel", si usted me entiende.
Cuando leí ése párrafo no pude menos que sonreir al verme tan claramente reflejada en él...en ese momento siempre esperas que ésta vez seas tú en vez del suertudo de Bastian quien sea quien salve a la Emperatriz Infantil y a Fantasia ¡uy!, espero no haberte estropeado el final :-)

Un besito, guapetona.

12:43 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Um ¿huelo a Magia?


S.

4:32 a. m.  
Blogger Aldebarán said...

Yo vi primero la peli y luego me interesó el libro. Por supuesto, lo leí siendo ya adulto. Lástima.

Disfruta la lectura.

4:39 a. m.  

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