sábado, agosto 27, 2005

EMBROLLO MEDIEVAL

Otro de los motivos por los que me prodigo menos por el blog (sensiblemente menos), es que estamos enmarronados hasta las cejas preparando una serie de actividades entre medievales y tolkiendili para las fiestas de un pueblo de Madrid. Entre pasacalles, duelos a espada (de gomaespuma, que no cunda el pánico), obritas de tatro cortas, cuentacuentos, talleres de combras, etc., la verdad es que estamos bastante liados.

Van a ser unas semanas sin vida social ociosa en los fines de semana, y de repartir los findes entre coser, dibujar, recortar, ensayar, etc., y lo que sea que tenga que hacer (la vida es una caja de sorpresas, ya sabéis), pues vamos, que no tengo mucho tiempo para escribir.

Rntre las cosas que tengo que hacer, está un telón para obras de teatro. En principio, es sólo para el teatro de sombras chinescas, pero creo que lo voy a intentar hacer de manera que ya lo tengamos disponible para siempre. Debería ponerle forro pero, desgraciadamente, nuestros efectivos no son lo que se dice bollantes, y tendremos que ir torando con sólo el frente. También he de hacer unas túnicas, tal vez una falda y unas sobrevestas. Vamos, que al paso que voy, mi vestido va a quedar para lo último, y mira que tengo ganas, que va a ser impresionante y un auténtico desafío a mis habilidades costureras...

Pero se impone la cruda y medieval realidad. Hay que tenerlo todo listo para el finde del 24-25, así que, si no puedo ponerme con el vestido, pues lo dejaré para más adelante. Eru, que cruz.

Así que, sintiéndolo mucho, entre eso y la búsqueda de empleo, la verdad es que me voy a pasar una temporada un poco poco disponible. Y ahora, si me disculpan, me voy a la ducha, a quitarme la capa derretida que tengo pegada en el cuerpo.

Zirbêth, hasta las narices del verano.