sábado, enero 29, 2005

PRÍNCIPE AZUL

Rhiwen acaba de colgar en su blog una descripción del que sería su príncipe azul. Y me ha dado envidia, así que, ahí va.

- La edad no es un problema, aunque reconozco que tiendo a salir con chicos más jóvenes.
- Que no fume, que si bebe sea muy de vez en cuando y que, en líneas generales, sea un tipo sanote.
- De mi altura más o menos (aunque, en la cama no hay medidas, jejeje).
- Color, abundancia y largo de pelo, me da exactamente igual. Tampoco me importa si es lampiño o peludín, aunque las barbas no me entusiasman (trauma infantil).
- Ojos: mirada limpia, dulce, bonita. Si es azul, mejor. Me encanta el azul, soy la tonta del azul.
- Inteligente y culto, como dice Rhiwen, que lo de hablar de fútbol y G.H. no es lo mío. Y abierto de mente, que no prejuzgue las cosas. Si es un poco friki, ya ni te cuento...
- Un caballero, cortes, sincero y galante. Un buen amante es el que sabe llevarte al séptimo cielo sin pasar por las sábanas (quiero que me corteje).
- Aventurero, valiente, intrépido, que sea de los que le saca lo positivo a cualquier situación.
- Que me mime, que me aprecie, que me ponga entre sus prioridades. Que sea detallista.
- Que le guste viajar, jugar, las excursiones, los bosques, el mar, las tardes de peli y sofá.
- Independiente de verdad, de esos que entienden que salir con alguien no es perder la libertad, sino ganar un poco más. Que respete mi independencia.
- Generoso y con sentido del humor, que no descarte tener hijos, con inquietudes y que ame leer.
- Que le gusten los animales.
- Que sea no violento, salvo en temas de gomaespuma.
- Que huela muy bien, mmmmmmm.
- Empático, conmigo y con todo el mundo (animal, vegetal, etc.). Soberbios y orgullosos, abstenerse.
- Que siga siendo niño, pero no un crío.
- Quiero, a fin de cuentas, alguien para quien yo sea muy importante, que me quiera y me mime y con quien recorrer el camino de la vida juntos.

Cómo bien dice Rhiwen, soy consciente de que pido mogollón y soy realista y seguramente me conformaré con menos. Pero que me quiera y me mime y no tenga miedo al compromiso es fundamental. Eso, y que me haga sentir mariposas en el estómago, lo cual es cosa del destino, los dioses o vaya usted a saber qué.

Yo, como ya digo, me entrego en cuerpo y alma. Y salvo que tengo a veces mal genio, soy un encanto (y nada modesta).

Zirbêth, pidiendo más que hacienda.