domingo, diciembre 12, 2004

ROCA

El agua es, permítanme el topicazo, fuente de vida. Pero en su deslizarse hermoso y sugerente por la corrientes del tiempo, va erosionando poco a poco las rocas a las que acaricia. Eso en su simple hacer diario. Cuando son aguas enfurecidas, entonces no necesitan la complicidad del tiempo para acabar con todo a su paso, incluso con las sólidas rocas. Pero es el efecto a través del tiempo el que mas me atrae. Es el que nos pasa desapercibido a nosotros, que tenemos una vida mucho más corta que la no vida de cualquier roca. Sólo al final de nuestro tiempo, somos capaces de apreciar la erosión de las aguas sobre nuestra piel. Y, como las rocas sobre las que pasea el río, es difícil apreciar cuanto nos quitan las aguas y cuanto nos dejan.

El amor, en ese sentido, es como el agua, las aguas. Nos desgasta, pero también nos va dejando una capa indefinible de depósitos, aunque no minerales exactamente.

Quiero una buena corriente en la que sumergirme.

Zirbêth.