SOLEDAD
Me quejo mucho últimamente de que me siento o estoy sola. Hace dos años, casi, me vine a Valinor porque el corazón se me había escapado del pecho, me había enamorado desesperadamente y no podía resistir estar lejos de él y no tratar, al menos, de probar a ver si aquel sentimiento inicial se podía convertir en algo más. El sentimiento, probado está, en mi corazón, ha ido aumentando y solidificándose. Pero no ha sido así para el corazón que hace latir con más fuerza el mío.
Me fui, corrí tras él, dejé atrás mil cosas sin acabar, deudas, amigos, hogar, gatos... Ahora me quejo de soledad. Siento que el calor de la amistad se ha enfriado, que la distancia física me ha alejado emocionalmente de mis amigos, incluso de los más cercanos. Muchas cosas han pasado a un lado y otro del Canal de la Mancha y las vidas de todos se han ido complicando. Incluída la mía, por supuesto. Y cuando todo se tambalea a mi alrededor, quiero echar mano de esos amigos y, claro, no los encuentro. O, al menos, no tan fácilmente como antes.
Pero fui yo la que eligió. La que se fue, la que dejó atrás todo por seguir una ilusión, una corazonada. No tengo derecho a quejarme, sólo yo soy responsable de mi vida y de mi situación.
Así que, si te sientes sola, Zirbêth, a apechugar. Que nadie te puso una pistola en el pecho, salvo tú misma.
Zirbêth.
1 Comments:
El post es una autocrítica. En todo caso fui yo la que lo abandonó todo. Pero no hubiese preferido otra cosa.
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