domingo, diciembre 19, 2004

HASTA QUÉ PUNTO

¿Hasta qué punto la frase Quien roba a un ladrón, tiene cien años de perdón, es razonable como justificación? ¿No demuestra eso que la ética de unos y de otros deja mucho que desear? Yo la vivo en mis carnes, de vez en cuando, auinque sólo sea cuando me quedo algún par de calcetines huérfano y que sé que, de no llevármelo, acabará en otro arnmario o en la basura. O cuando me cabreo porque me tratan injustamente y ese día trabajo a muchas menos revoluciones por minuto.

Yo creo que eso es caer tan bajo como ellos, volverse uno de ellos. Pero, por otro lado, es muy fácil dejarse llevar por los sentimientos de revancha, de injusticia y de fácil pero falsa satisfacción. Las normas sociales nos limitan, demasiadas veces fueron escritas para facilitar la explotación de los menos afortunados en el reparto de poder. Pero hay unas leyes no escritas, unas que nacen de nosotros mismos y por las que regimos nuestros actos en la vida, sin más amenaza de castigo o reproche que el de nuestra voz interior. Traicionarlas es traicionarnos.

¿O esto no es más que basura maipulativa en la que nado indefensa?

He leído demasiados cómics de superhéroes, me temo.

Zirbêth.