domingo, enero 27, 2008

¡LO CONSEGUÍ!

La verdad es que ya estaba desanimándome. Asumía que lo de encontrar habitación en piso compartido iba a llevarme meses. Así que el viernes me fui a ver un piso con cuerpo de Operación Triunfo: otro casting. Porque se trata de eso mismo, no nos equivoquemos. Tú vas, ves el zulo que te ofrecen, o la habitación, si hay suerte, y sopesas las posibilidades. Te preguntas aquello de "¿me veo viviendo aquí?". Observas sonriente a las personas con las que te tocará convivir si te quedas, y ruegas a los cielos para quen sean todo lo normal que parecen.

Este viernes, las esperanzas, pues, eran pocas. De hecho, estaba tan cansada que sopesé varias veces la posibilidad de no ir. Total, para llevarme otra decepción... Pero el día transcurre bien, al final no estoy tan cansada, así que salgo con un compi y me voy caminando tranquilamente mientras me zampo un pepito de chocolate con la misma cara de placer que si Hugh Jackman me estuviese dando un masaje mientras degusto una suculenta langosta. Respiro el aire fresco (aunque contaminado) de la calle, disfruto del simple hecho de caminar. Cuando por fin llego estoy en un estado mitad emoción, mitad resignación. Ya me han dicho tantas veces que me llamarán; tantas veces me he encontrado con casas horrendas con precios exhorbitados...

Me alegra ver que el piso es grande, como decía el anuncio. Está limpio, tiene muchas ventanas que dan a los Jardines del Moro. La cocina, el baño y el salón son espaciosos. El que sería mi dormitorio me encanta. Necesita pintura y mis muebles, pero es grande, con un ventanal enorme y techos altos. Me voy poniendo nerviosa y empiezo a decir tonterías. Tienen un gato, así que jugueteo con él, mientras digo y hago el payaso. El portavoz me cae bien desde el primer momento. El otro chico apenas habla, pero se ríe de mis tonterías. Le saco chiste a todo, no puedo evitarlo.

Cuando me voy a ir, me dicen que esa misma noche decidirán y que me llamarán en caso de que sí. Me cuesta irme: el sitio es lo que estoy buscando. Ya en la calle, siento cierta desilución de carácter preventivo. Por si no me llaman, no sé. Pero justo bajo el paso a nivel de Plaza de España, noto la vibración del móvil en el bolsillo del abrigo. El corazón se me acelera al ver el número: son ellos.

Me piden que, si no estoy muy lejos, vaya de nuevo, a tomar algo: tienen que hablar conmigo. Por el camino me voy preguntando que es eso que tienen que decirme. ¿Harán rituales satánicos? ¿Reunión de tapers de los miércoles? Muy serios, me dicen que me han dicho una mentira, pero que lo hacen en general para que no vaya cualquiera a ver el piso. El precio no son cuatrocientos euros al mes: ¡son trescientos! La verdad, entiendo los motivos: quieren a alguien dispuesto a pagar más, porque así se aseguran que exigirá más y que podrá pagar lo que piden (en principio).

Aún no me lo creo. ¡Ya tengo piso en Madrid! Aunque, hasta que no esté allí, pintando la habitación e instalándome, no me lo voy a acabar de creer. La verdad, estoy muy contenta. Mucho, mucho, mucho.

Zirbêth.

6 Comments:

Blogger Soth said...

congratz darling, u own :) ;*

7:48 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hey, enhorabuena.

9:30 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me alegro mucho por ti, habitación grande y CON GATO!!!!

11:30 a. m.  
Blogger Frikigirl said...

Me alegro de que vuelvas a los madriles :) Aunque seguro que echarás de menos los jardines de Aranjuez.

Avísame cuando te mudes y te echo un cable. O para pintar, o lo que sea.

Besos.

12:46 p. m.  
Blogger Eowyn Zirbêth said...

Muchas gracias a todos. Elia, ¡estás de exámenes! No te preocupes y céntrate en lo tuyo.

2:41 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Genial¡¡¡¡ al final lo has conseguido (que no era facil) y puedes sentirte orgullosa por la forma en que te has planteado el tema y lo has llevado, con calma y teniendo bien claro lo que querias.


Besos.

2:08 p. m.  

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