jueves, enero 17, 2008

POR FIN

Tengo Festín de Cuervos desde antes de acabase el 2007. Por fin, lo he podido empezar. Cuando aún no había salido, me puse a releer los tres libros anteriores, para tener fresca la historia completa en la memoria. Luego, entre la neumonía y el buscar piso, he ido bastante lenta en la lectura, y no ha sido sino hasta el día diecisiete de enero que he podido empezarlo. Para colmo, estoy tan cansada que me duermo a las pocas páginas.

Es lo normal en mi día a día. Estar tan cansada que apenas me queda energía para leer unas pocas páginas antes de caer dormida. No recuerdo apenas otra época en que, queriendo leer, pudiese hacerlo tan poco. Pero es que estoy que no paro en el curro, con todo el trabajo que se me atrasó al estar malita y las vacaciones, por la web nueva, el comienzo de año, FITUR... Aunque me han cambiado el horario, a las seis y media que salgo me voy a mirar pisos, así que acabo llegando a casa tan tarde o más que cuando salía a las siete y media. ¡Me canso sólo de contároslo!

La búsqueda, para colmo, está siendo infurctuosa, más o menos, por el momento. No quiero quedarme en cualquier sitio. Quiero encontrar algo que sea verlo y decir "¿dónde hay que firmar?". Donde la habitación me gusta, la gente no me convence, cuando la gente me cae bien, la habitación no es lo que busco, y cuando más o menos ambas cosas encajan, descubro que la ruta hasta el trabajo es demasiado larga. No hablemos ya cuando pregunto si me dejarían tener gato... Quizás pido demasiado, pero, ya que estoy buscando, ¿no es mejor tratar de reunir todos los requisitos antes de dar el pesado y costoso paso de mudar?

Ayer vi un piso que, aunque la habitación no es muy grande ni tiene demasiado espacio de almacenamiento, la verdad es que me gustó bastante. Tiene una enoooorme terraza, y piscina para el verano, todo en un edificio de menos de cinco años. Los chicos con los que compartiría me parecieron majetes, y el estado de la casa era muy bueno, incluso en limpiueza y tal. Es uno de los que tienen posibilidades.

En un rat, me voy a Madrid a ver un estudio en el que viviría yo sola. Eso sería genial, pero habrá que ver el espacio en sí. Una cosa es que tu cuarto tenga menos de quince metros cuadrados, pero luego haya un salón y tal, y otra que en veinte metros tengas que hacerlo todo. En fin, ya veremos qué tal.

Lo que no cambia en estos días es la sensación de cansancio y de no tener tiempo para nada que me guste. Eso sí, cada día me gusta más mi trabajo. Ojalá pagasen un poco mejor...

Zirbêth, moderna montaraz.