domingo, diciembre 16, 2007

VARIOS

En un supremo acto de fuerza de voluntad, me he teñido el pelo. Es decir, me he teñido sin preguntarme si me apetecía. Si me pregunto, seguro que me respondo que no, que prefiero jugar a Diablo II. No. He ido al baño y me he teñido. La casa no estaba helada, como ayer, porque afortunadamente mi madre hoy no ha repetido lo de abrir todo de par en par para limpiar la verja de las ventanas y el alfeizar. Menos mal, porque tengo la garganta hecha un desastre. Menudo "loquesea" de garganta he pillado. Toso que más parezco Paco Rabal que una chica dulce y encantadora (qué pasa, a veces lo soy... un ratito, al menos).

Ayer, dada la alineación planetaria de fiebre y dolor de garganta, frío y funcionalidad del Diablo II, me pasé la primera parte entera. Ni idea de las horas que pasé frente al ordenador. Me senté antes de los telediarios, me fui a la cama pasada la una y media. ¡Qué dolor de rodillas! Si pudiese, me lo llevaba al curro para jugar las dos horas y media de comer. A ver si esta vez me lo hago entero. Nunca he pasado del mundo selvático. Esta vez estoy jugando con el bárbaro. Nunca había resultado tan fácil cargarse a Andariel.

No tengo mucho que contar. Se acerca la Navidad y mi vida social se vuelve a ver limitadísima. O, bueno, según se mire. Esta semana es la cena de empresa. Me apetece y no me apetece. Espero que para entonces se me haya pasado el gripazo, porque al día siguiente trabajo y me gustaría tener sólo resaca. Bueno, resaca y falta de sueño.

Y luego... Nochebuena, Navidad y, por fin, vacaciones. Diez días que voy a aprovechar para traducir y hacer gestiones de bancos. Caerá, seguro, algún médico. Supongo que alguna compra haré. Y, en enero, empezaré a ver pisos. Tengo unas ganas locas de vivir en Madrid. Tengo unas ganas locas de disponer de tiempo y no tener que pegarme los madrugones que me pego. Ganas de poder ver la serie de por la noche sin que eso signifique dormir sçolo seis horas. De ver si me apunto a un gimnasio o natación. No sé. Todo está en el aire.

Todo excepto mis dos gatitas: Arya y Nymeria.

Zirbêth.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Je... el barbaro es único para eso, yo tampoco he pasado nunca de la tercera parte, estoy en ello pero con mi paladín.

De dónde salen los nombres de los gatos?

11:36 a. m.  
Blogger Eowyn Zirbêth said...

Los nombres salen de Canción de Hielo y Fuego, que ya estás corriendo a leértelos, porque son la caña. Son una de las protagonistas y su loba huargo.

12:37 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Arya y Nymeria no!

PCPD11A
(PLATAFORMA CONTRA LAS PSICÓPATAS DE ONCE AÑOS)

10:34 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home