jueves, diciembre 06, 2007

SIN EMBARGO

Ayer me fundí el saldo del móvil hablando con Baya. Quizás no tenga un amigo íntimo, quizás no confié de verdad en ningún hombre, en nadie de mi entorno. Pero en ella confío plenamente, y me conoce plenamente. Sabe cuales son mis más íntimos anhelos, mis necesidades, mis temores. Sabe mis verdades. Y las sabe, en muchos casos, sin que haya tenido ni que contárselas. Me conoce y me quiere. Con ella, me siento a salvo.

Lástima que la muy joía viva tan lejos.

¡Menos mal que existen los teléfonos!

Zirbêth.