miércoles, mayo 16, 2007

PARÓN TÉCNICO

Después de cuatro días de intensa mudanza, hoy he tenido que parar en seco. La pasada noche me desvelé, creo yo que de puros nervios, inducidos por el cabreo por lo de rompérsenos el coche. La cosa es que al dormir mal, me he despertado peor de lo de la mandíbula: las contracturas causan un dolor no muy intenso, pero sí constante, que dan una sensación de cansancio que va aumentando con los días. Así que, en vista de que no se me pasaba tras tratar de dormir un poco, a medio día me he tomado un relajante muscular... ¡y menuda cogorza!

Nunca me había tomado uno durante el día. Siempre había sido antes de acostarme, con lo cual me dormía y santas pascuas. Pero esta vez me lo he tomado antes de comer, y me he ido a la calle a comprar una lasaña. ¡Menuda aventura! Como estaba sin nada en el estómago, se ve que el miolastan ha hecho un efecto fulminante, y he conseguido llegar a casa a duras penas, haciendo eses. Zombie, me he calentado la lasaña. Tumbada, me he comido el postre. A eso de las tres y media, he caído fulminada por el sueño. Y hasta las ocho de la tarde, completamente sopa. Aún estoy atontailla.

Salvo llevar unos libros, hoy me he saltado la mudanza vilmente. No podía tirar de mi alma o, al menos, de mi mandíbula. Espero no volver a desvelarme esta noche.

Zirbêth, pseudoresacosa.