miércoles, mayo 23, 2007

DESNUDARSE

Vengo de aquí, de leer lo que a bien a tenido citar El Rival de Odyseo, y no he podido evitar sonreirme... mucho.

Llevo unos días dándole vueltas a lo que configura una relación de pareja. Dándole muchas, muchas vueltas, y al leer esta breve cita y los comentarios que los lectores han dejado, el pensamiento ha vuelto a mi cabeza.

Las relaciones de amistad y las de pareja tienen muchas cosas en común: caerse bien, tener cosas en común, disfrutar juntos, confianza... En las amistades de verdad, hay también mucho amor, tolerancia, comprensión, dedicación, cierta necesidad del otro... Muchas veces, del amor de amistad al amor de pareja, apenas hay un paso. Un paso que, para mí, lo marca el deseo. No un deseo esporádico, claro está, sino un deseo constante.

Pero no me malentendáis: el amor no es amistad y deseo sólo. Pueden ser el principio, claro, pero hace falta alcanzar una cosa importantísima: llegar a desnudarse.

Hay con quienes nos desnudamos metafóricamente: abrimos nuestro corazón a amigos, les contamos nuestras intimidades, miedos, secretos, anhelos. Y sin embargo, creo que con los amigos no nos desnudamos completamente nunca. Quizas porque cada amigo estimula el desnude de una parte de nosotros, o de varias, pero no de toda nuestra alma.

Luego, hay con quienes nos desnudamos físicamente: desde la gente del gimnasio, el club deportivo, el grupo de teatro, a un nivel superficial y muy funcional (no queda otra, hay que meterse en la ducha), hasta los amantes, líos o revolcones de una noche, estos de un modo más explícito y placentero.

Desnudarse del todo es algo muy difícil. Es darle libre acceso a alguien a tu cuerpo físico y a tu yo emocional. Es no guardarte nada, comunicarte plenamente.

Desnudarse del todo es mostrarse vulnerable. Por eso sólo lo hacemos con esa persona con la que hemos alcanzado un nivel de confianza, deseo, necesidad, cariño, tranquilidad, tolerancia, dedicación, amor...

Por eso, una relación de pareja de verdad es aquella en la que te desnudas completamente: en cuerpo y alma.

Zirbêth.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

La verdad es que publicar un comentario para llevar la contraria no tiene mucho sentido. Este blog es tuyo y tú mandas, pero...

...estoy en total y absoluto desacuerdo: Guarda algo para ti, o no te quedará nada.

Si le entregas absolutamente todo "al otro", puede que este, consecuentemente, se asuste. Y además, si de verdad existe amor de por medio, te pedirá que conserves algo de ti, para ti.

¿Qué ganas de "vaciarse" son estas?

3:21 a. m.  
Blogger Eowyn Zirbêth said...

No te preocupes, que los comentarios, salvo los bordes, son bienvenidos.

Sé que puede sonar contradictorio después de lo que he dicho en el post, pero incluso al desnudar el alma hay cosas que no mostramos, y probablemente no seamos conscientes siquiera de que nos estamemos guardando cosas. Pero, aún así, el desnudo más parecido al integral es el que hacemos con nuestra pareja de verdad.

No creo que uno pueda vaciarse del todo jamás: somos demasiado complejos y estamos en constante cambio y evolución. Una cosa es compartir y otra entregar.

10:20 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pues efectivamente, resulta dificil pero imprescindible.

11:18 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home