viernes, marzo 02, 2007

FLASHBACKS

De vez en cuando, sobre todo cuando alguien me lo sugiere o comenta, me doy un paseo por algún post del pasado. Ya van casi tres años de blog y, aunque desiguales en cuanto a producción, temática y calidad, son memoria que puedo recuperar de un modo mucho más vívido que apelando a mis neuronas.

Dentro de unos años (dudo que cierre este blog jamás) me asomaré a estos últimos meses y me pregunto si me reconoceré en lo escrito. ¿Nunca os habéis dicho "quiero recordar este momento exactamente así, siempre"? Yo me recuerdo muchas veces, sobre todo de niña, diciéndome palabras parecidas y mirando intensamente alrededor tratando de memorizar cada rincón y detalle de la escena. Pensando muy conscientemente que aquel momento era muy efímero, tanto que hasta mi memoria lo delegaría en favor de cualquier otra cosa más reciente, más necesaria. Me recuerdo de niña flotando en el agua, jugando a "los paracaidistas", sumergida con los ojos abiertos, viendo las burbujas de aire escapar de mi nariz mientras poco a poco alcanzaba la superficie. Es uno de los recuerdos que deseé no borrar jamás, pero si he de ser sincera no sé si lo recuerdo realmente o si la imaginación suple con mimo lo que la memoria ha dejado a oscuras. En ese "recuerdo", no veo lo que mis ojos verían: me veo a mí entera, cosa imposible a todas luces, sumergiéndome de cabeza hasta bastante profundidad, girando en una vuelta hacia atrás con el cuerpo completamente estirado, sólo la cintura en ángulo, como pensaba que harían las nadadoras sincronizadas en sus figuras acuáticas, impulsándome sólo con las manos hasta quedar paralela a la supeficie y a varios metros de la misma, estirada en la postura de caída de los paracaidistas, hasta que poco a poco alcanzaba la superficie, ya sin aire en los pulmones, la luz aumentando según la distancia al aire disminuía...

Sin embargo los recuerdos no quedan tan marcados en la memoria. Y este blog será una memoria compartida a la que podré acudir si así lo deseo. Incluso aunque haya recuerdos difíciles y que, sé, desearía olvidar.

¡Os podéis creer que una parte de mí ya está impaciente!

Zirbêth.