jueves, diciembre 07, 2006

SOMATIZACIÓN

La semana larga que me he pasado con fiebre de hasta treinta y ocho y medio, mareada y debilucha, no ha sido debida a ninguna gripe, ni anginas, ni infección de ninguna clase. La cosa ha sido, para variar, de carácter somático.

Lo sé porque, para descartar razones infecciosas o bacterianas, me he hecho unos análisis de esos en los que, además de hacerte ir por la calle con un bote de pis, yo me someto a mí misma al ridículo del ritual ataque de pánico al ver agujas que se acercan inexorablemente a mi brazo. Qué mal lo paso, leñe.

Así que confirmado: estoy como una rosa físicamente. Lo único que me han encontrado es que ya he pasado la toxoplasmosis (una de las dos únicas enfermedades de los gatos que pueden pasarse a los humanos; la otra es un tipo de leucemia) y que tengo el colesterol más alto de lo que por edad me correspondería, cosa nada extraña teniendo en cuenta lo mal que he comido durante los últimos tres años y medio.

Todo era efecto de mi enfermedad no física, es decir, de la depresión con ansiedad. Una recaída que se ha manifestado como si tuviese una tremenda gripe, con fiebre y mareos, y sin energía para nada de nada. Pero la nueva medicación cortó todo de raiz.

Para celebrarlo, me he embarcado en la tradicional lectura anual de El señor de los anillos. El año se me acabará antes de que lo termine, pero eso no importa. Total, este año ya em he leído La caída de Númenor dos veces, y El Silmarillion dos y media. Me va a faltar El hobbit, pero eso lo haré en el 2007. Que ya está a la vuelta de la esquina. Otro año par que dejamos atrás. Esperemos que el 2007 sea mejor. Lo tiene fácil, así que...

Zirbêth.