martes, noviembre 28, 2006

LA VIOLENCIA ENGENDRA VIOLENCIA

Y las heridas que causa pueden llegar a no cicatrizar nunca. Dentro de poco hará un año de uno de esos zarpazos especialmente humillantes, y diestros (pues encima el agresor se mostró como la víctima), y los desgarros en mi alma aún siguen sangrando.

No hay peor herida que la que te hace desear la venganza más que nada en este mundo.

Zirbêth, ajena a la sutileza.