martes, abril 18, 2006

SEXO

Y ahora que tengo su atención...

Jajaja, no, en serio.

Es que vengo de descubrir que Bumblecat ha vuelto a escribir, y estoy feliz. Feliz, porque escribe maravillosamente. Es de esas blogueras que escribe según siente, sin determinar ni limitar su blog por temáticas o por prejuicios. Es, vamos, de las que me gustan. Y, como decía, ¡es que encima escribe genial!

Y me he leído todos los posts de una sentada. El que más me ha gustado, uno que refleja una conversación de sus hijas pequeñas. Pero también me ha llamado la atención el que habla sobre sexo. Tanto, que le he dejado un comentario excesivamente largo. Es que me han dado ganas de hablar con ella, y con algunos de sus lectores comentaristas también.

Me ha hecho pensar un rato, porque lo que plantea es algo con lo que coincido en muchos sentidos. Y, sin embargo, quienes leéis este blog sabéis que rara vez hablo de sexo.

Uno podría pensar que soy una reprimida, que me da corte, que..., no sé, cualquier cosa (vamos, vamos, sed creativos). Pero no es así. Es sencillamente que no es lo que tengo en la cabeza. No me resulta imprescindible en esta etapa de mi vida. Hace años era otra cosa. Pero desde hace unos años, no sé, simplemente, o es con amor y por amor, o es que no me da el deseo para nada más allá de un par de polvos, así dicho. Y, además, es que hay taaaaantas cosas interesantes que hacer que, sencillamente, no está en mi lista de apetencias vitales inmediatas.

Ahora seguro que ya todo el mundo se ha convencido de que me falta un tornillo. Jajajaja.

Pero no. Es decir, sí que me falta, pero no por esto que digo.

Con el sexo, me pasan cosas curiosas.

Por ejemplo:

- Llevo fatal sentir el deseo en una mirada de alguien a quien no deseo yo. Incluso me ocurre que si mi pareja o rollo es muy insistente con su deseo, me corta totalmente el rollo. Me repele sentirme deseada en exceso, salvo en determinados momentos y por alguien a quien ame de verdad.
- El deseo, cuando no es con amor de por medio, es escandalosamente estacional. Y encima, tampoco de estaciones completas. Salvo el otoño, que sí parece que me enciende la sangre con constancia, el resto del tiempo parace estar vinculado con los cambios de estación, o totalmente ausente. Sobre todo el verano, me deja completamente apática. Si es que da pereza moverse, pues en compañía tan cercana, aún más...
- Soy un poco tío: me duermo como un bebé al terminar, o incluso mientras, si estoy muy cansada. Aunque creo que eso ya lo he contado...
- Me gusta dar yo el primer paso. Supongo que se podría decir que también en esto soy un poco tío (o idiota, quien sabe), porque si parece que no tengo posibilidades, más aún me empecino... Vale, soy idiota.
- Muchas veces, en el pasado, el sexo era lo que hacía cuando la persona con la que estaba me aburría por no tener tema de conversación. Suena un poco duro, pero es la verdad. Sin embargo, para un buen polvo, para despertar deseo de verdad, nada mejor que alguien divertido e interesante en todos los demás campos.
- Si alguien no me atrae desde un primer momento sexualmente, jamás lo hará. Puede que llegue a acostarme con él, pero no habrá ese deseo que considero imprescindible si la cosa ha de ir bien de verdad.
- Una vez empecé un blog erótico, con idea de contar una historia cual aspirante a premio de La Sonrisa Vertical. Y en él, usé mi verdadero nombre.
- Ahora mismo, el sexo no me atrae casi nada. Prefiero leer, comer, hablar horas y horas con amigos... Pero sexo... No sé, no me apetece. Y eso que estamos en cambio de estación...
- Estoy totalmente a favor de acostarse con alguien en la primera cita. Incluso con un perfecto desconocido. Hay una especie de deliciosa dejadez y tranquilidad en eso de saber que, si no te gusta, si los ritmos no encajan, con suerte no vas a tener que volver a verle... Anda que no da pena lo de estar semanas saliendo con alguien para luego descubrir que no hay química más allá de la apariencia, que no es tu "talla", que no hay ritmo. Y, no sé los demás, pero para mí si no se funciona bien en la cama tras, como mucho, tres veces, la cosa no tiene muy buena pinta...
- Hay determinados aspectos físicos que son garantía de subidón: piel blanca, ojos azules, labios no demasiado gruesos... Y el olor. Si el olor es "el olor", ya tenemos la mitad de la excitación servida.
- No me gusta la palabra follar. La tengo demasiado vinculada semánticamente con un mal uso del sexo, es decir, un abuso. Prefiero palabras rídiculas y graciosas, como echar un kiki (¿o es quiqui?), un casquete, un polvete... No sé. Será que me encanta reir incluso mientras. Tampoco soporto la palabra joder. Supongo que por la misma razón.

En fin, creo que ya he hablado de sexo bastante por hoy. Por hoy y hasta saber cuando. Pero me quedo con esa frase que decía alguien en un comentario a Bumblecat:

"Masturbarse es bueno, pero follando conoces gente".

Jajajaja.

Zirbêth.

3 Comments:

Blogger Baya de Oro said...

demasiadas cosas que decir para escribir un simple comentario, así que apunta en tu agenda que ya tenemos tema de conversación para las noches de Efeyl, acompañadas de mistela y de bombones ;D

9:21 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ya lo decia Woody Allen; "El sexo sin amor es una experiencia vacia, pero como experiencia vacia es de las mejores".

Y perdona mi retraso, pero he estado estos dias sin internet en casa.

12:48 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Aunque somos de estaciones y gustos distintos... quien sabe... ;-)))

Besos

12:58 p. m.  

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