domingo, octubre 02, 2005

¿¿¿???

Después de meses evitándola (a ella y a él), de no dirigirle jamás la palabra, de no mirarla a la cara, de irme si ella (o él, o ambos, lo más normal) aparecían en una reunión... ¿de verdad le sorprende que le diga que no se acerque a mí? Hay que ser [escriba aquí el calificativo despectivo de su elección aludiendo a su intelgencia] para no haber captado que NO QUIERO QUE SE ACERQUE A MÍ. Así que no sé a que viene tanta sorpresa. Eso de venir a darme dos besos estaba totalmente fuera de lugar.

Por supuesto, y para variar, lo importante son las apariencias: si eres un cabrón disimulado, no pasa nada, pero ser sincero y brusco está fatal. La honradez es un valor que cotiza a la baja.

Zirbêth.

Pd/N fui tan bruta: a fin de cuentas, ¿acaso no sigue viva?

2 Comments:

Blogger Derrilyn said...

Hija, ocurre que las personas que somos directas y decimos las cosas a las claras o usamos mecanismos tales como la ironía y el sarcasmo solemos ser calificadas de ser muy burras o muy bordes.

Allá ellos con sus definiciones.

Yo prefiero usar las dos últimas para la rechifla del público que rodea a la víctima. :) Es más divertido.

Felicidades! Las dos lecturas que realizaste en la cena fueron estupendamente escogidas.
No soy yo la única que lo piensa)

10:17 a. m.  
Blogger Eowyn Zirbêth said...

Muchas gracias, Derrilyn. ¡Fundemos el club de los directos!
Jejeje.

1:25 p. m.  

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