¿¿¿???
Después de meses evitándola (a ella y a él), de no dirigirle jamás la palabra, de no mirarla a la cara, de irme si ella (o él, o ambos, lo más normal) aparecían en una reunión... ¿de verdad le sorprende que le diga que no se acerque a mí? Hay que ser [escriba aquí el calificativo despectivo de su elección aludiendo a su intelgencia] para no haber captado que NO QUIERO QUE SE ACERQUE A MÍ. Así que no sé a que viene tanta sorpresa. Eso de venir a darme dos besos estaba totalmente fuera de lugar.
Por supuesto, y para variar, lo importante son las apariencias: si eres un cabrón disimulado, no pasa nada, pero ser sincero y brusco está fatal. La honradez es un valor que cotiza a la baja.
Zirbêth.
Pd/N fui tan bruta: a fin de cuentas, ¿acaso no sigue viva?
2 Comments:
Hija, ocurre que las personas que somos directas y decimos las cosas a las claras o usamos mecanismos tales como la ironía y el sarcasmo solemos ser calificadas de ser muy burras o muy bordes.
Allá ellos con sus definiciones.
Yo prefiero usar las dos últimas para la rechifla del público que rodea a la víctima. :) Es más divertido.
Felicidades! Las dos lecturas que realizaste en la cena fueron estupendamente escogidas.
No soy yo la única que lo piensa)
Muchas gracias, Derrilyn. ¡Fundemos el club de los directos!
Jejeje.
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