lunes, septiembre 26, 2005

BUITRAGO

Ha sido genial. No todo ha ido tan perfecto como hubiese deseado, pero, por todos los Valar y el mismísimo Eru, ha sido una auténtica gozada. La feria en sí, la mejor que jamás he visto. Montones de puestos (no todos medievales, cierto, pero aún así), mucha gente caracterizada, los animadores y músicos metidísimos en su papel. Cuando, el año que viene, el ayuntamiento provea de servicio de limpieza efectivo, termine de empedrar lo que faltaba en esta ocasión y nuestras actuaciones puedan celebrarse en la plaza de armas del castillo, entonces ya va a ser inmejorable. El concierto de por la noche fue una maravilla, bailé todo lo que pude. Dioses, debería haber una de estas ferias una vez al mes, catarsis sana de tanta polución, motor de coche, chunda chunda vulgaris y tristeza creativa.

Ha sido un honor ser La Pepa, la hija de "El Conde Sisebuto". Pese a que me travé al principio, me reí tanto o más que el público. Que divertido resultó, vamos. Si hubiera ocasión de repetirlo, ya lo creo que reperiría. Pobre de mi amado Lisardo, que además de muerto, ha acabado resfriado: crueldades climatológicas provocadas...

Ahora... Ahora, además, del dolor de pies, de que mi vestido blanco está realmente sucio y ajjjqueroso por los bajos, queda recoger todos los trastos que se han ido acumulando por la casa. Y, esta tarde, la entrevista de trabajo. ¡Espero no dormirme frente al entrevistador! Estoy reventada. Pero feliz, muy feliz. Más de lo que en mucho tiempo recuerdo...

Zirbêth.