miércoles, septiembre 28, 2005

CINE ESPAÑOL

El otro día fuimos al cine un grupo de amigos. Durante los trailers, jugaron a adivinar si la película anunciada era española o americana, usando como método de discernimiento el si había sexo o no. Algunos de mis amigos son de la opinión de que el cine español es un asco, y lo argumentan diciendo que es que, o es de amor y sexo en clave de humor, o son historias desde raras a deprimentes. Prefieren el cine americano, ese de historias de aventuras con final feliz, de violencia simpática donde el arma en manos del bueno es honrada aunque mate a más gente que el supuesto grupo de malos.

Me gusta ver pelis, y me gusta el cine. Hago el distingo, porque no todas las pelis son cine, a mi modesto entender. Cuestión de calidad creativa, porque la cantidad de productos recauchutados para consumo masivo es lo que prima en este momento, me temo. De algún modo, entiendo que, proporcionalmente, se hace mucho más cine en España que en América. Normal, supongo. Aunque avancemos por la senda del consumismo a pasos de titán, no hay una industria del entretenimiento tan desarrollada como en Yankylandia. El dinero destinado a hacer películas es bastante escaso, así que, cuando se hace algo, por lo menos la intención es, muchas veces, de hacer cine. También hacemos pelis de palomitas, pero, las cosas como son, no tenemos la receta tan lograda.

Y me alegro. Me gusta ir al cine y ver cosas diferentes. Prefiero mil veces una Al otro lado de la cama, una El día de la Bestia, a eso último que hizo Spilberg llamado La guerra de los mundos. Por poner un ejemplo, vamos. Y, ya puestos, me gusta infinitamente más el cine de contenido social español que tanto vilipendian algunos de mis amigos, a la mayor parte del cine yanky. Lo que llaman el "cine de putas y maricones" me parece cien mil veces más cine que esas de héroes de pacotilla sin más mensaje (o con el horroroso mensaje) que "papi mata, pero lo hace por el bien de su hijita" y similares.

Me temo que el puritanismo americano se nos está metiendo por los ojos y los oídos de manera enceguecedora y ensordecedora. Pero supongo que, con los años, estos amigos superarán esa fase ñoña y se darán cuenta de que el cine español es algo más que putas, maricones y sexo que no tapa la púdica sábana.

Zirbêth.