APARIENCIAS
Soy más mayor de lo que la gente suele pensar al verme. Pero, últimamente, me miro al espejo y veo una cara muy distinta a la de hace dos años, cuando me fui a Valinor. Me veo arrugas tipo pata de gallo que están empezando a aflorar a los lados de mis ojos. Las canas han hecho aparición también, aunque muy discretamente, escondidas bajo mi espesa cabellera a la altura de las sienes. Me gustan mucho, y casi no me vuelvo a teñir de pelirroja para poder pseudolucirlas (están bastante ocultas). También, en el último año en Brighton, cogí bastante peso de más, aunque sólo según mis baremos, que nadie piensa que esté gorda. Pero me molesta ver que la papadita familiar ha tomado cómoda posición bajo la barbilla. Me molesta porque es lo único que, de verdad, me hace parecer distinta a quien era hace dos años.
Llevo bien los cámbios psicológicos, pero no dejo de ser mujer por un instante: no quiero arrugarme, ni encoger, ni que se me caigan las carnes.
Debería ponerme a régimen o, al menos, dejar de abusar de ciertas cochinadas. Y volver a beber cantidades industriales de agua. Objetivo: perder cinco kilos. También debería volver a hacer algo de deporte, máxime cuando voy a tirarme una buena temporada sin sexo (aunque eso, nunca se sabe).
En fin, ¡qué se le va a hacer! Es lo que tiene hacerse mayor.
Zirbêth.
1 Comments:
// aunque tampoco podrías decir que no te resulta muy interesante esto de ir viendo con ojos distintos tu madurez... //
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