domingo, noviembre 07, 2004

HARRY POTTER

Cuando mis amigos de la STE empezaron a hablar de Potter, a comentar sus libros, a emocionarse por las películas, yo alcé una ceja. Disidencia Potter, lo llamaron. En fin, en ese momento estaba pasando por una de esas fases de amor intenso por Tolkien, y lo de Potter me parecían majaderías o, pero, una especie de traición. Saruman se leyó el primer libro y no le gustó. No paraba de criticar que la autora no tenía ni idea, que no se podía ignorar lo que las escobas representaban tradicionalmente y, saltándose el componente fuertemente sexual que las unía a las brujas, hacer que esos magos se dedicasen a volar en ellas como si fuesen patines y el quidditch un híbrido entre hokey, rugby y vaya usted a saber que otro deporte más. Le molestaba que el libro era, como el dice, "una recopilación de anécdotas de Potter". Cuando vi la primera película, antes de haber leído el libro, me aburrí bastante. Pero, claro, es que era para niños de la edad de los protagonistas, diez u once años, y niños que hacen algo más que ver la tele y jugar con las videoconsolas.

Explico el exabrupto: la tele cuenta todo, con total crudeza, sin dosificación, con bombardeo constante, sin dar tiempo a reflexionar, exponiendo opiniones de todo tipo, contradiciéndose, y los niños la ven, por lo general, solitos, sin padres que les guien y expliquen.

Los libros de Potter son más tradicionales, van más lentos, desvelando los misterios de la historia, como si fueran los de la vida, poco a poco, dando así tiempo a la maravilla, a la reflexión, a un aprendizaje menos violento y más progresivo. Y eso se comprueba al leer los distintos libros, que van siendo más densos según avanzan, de maera paralela al crecimiento de los protagonistas. Lo que algunos han denominado "volverse más oscuros", aunque yo creo que, simplemente, la autora es muy consciente de que sus lectores también van creciendo y se va adaptando a lo que la edad de sus personajes y lectores va exigiendo. Y creo que lo hace bastante bien, sí señor.

Otra cosa es que tenga que gustarle a lectores más maduros o con preferencias más maduras, aunque ellos mismos no lo sean mucho, jejeje. A mí, después de dejarme convencer y contagiar por..., pues la verdad, tengo que decir que me gusta. Quizás no sean grandes libros, pero me gustan. Tengo ganas de que salga el siguiente. Probablemente sólo haya dos más, porque la autora ya ha advertido que cuando Potter acabe el colegio, se acabó. Mejor así, porque bodrios ya hay bastantes en el mundo.

Eso sí, me siento bastante vacía después de esta lectura, ya que lo había leído previamente en inglés y ya me sabía la historia. Pero bueno, como estoy griposa y tengo el cerebro cortocicuitado, pues no ha estado mal. Me ha servido para darme cuenta de que no lo había entendido tan mal como pensaba.

¿Qué me leo ahora?

Zirbêth