lunes, octubre 25, 2004

CITA

Venga, tontines, si ya lo estáis echando de menos, que lo sé yo...

Así es que había, desde el comienzo, dos brechas en el cuadro epistemológico de la ciencia clásica. La brecha microfísica reveló la interdependencia de sujeto y objeto, la inserción del azar en el conocimiento, la deificación de la noción de materia, la irrupción de la contradicción lógica en la descripción empírica; la brecha macrofísica unía en una misma unidad los conceptos hasta entonces absolutamente heterogéneos de espacio y tiempo y destruía todos nuestros conceptos desde el momento en que eran llevados más allá de la velocidad de la luz. Pero esas dos brechas estaban infinitamente lejos de nuestro mundo, una en lo muy pequeño, la otra en lo muy grande. No queríamos darnos cuenta que las amarras de nuestra concepción del mundo venían de destruirse en los dos infinitos, que nosotros no estbábamos, en nuestra "banda media", en el terreno firme de una isla rodeada por el océano, sino sobre una alfombra voladora.
No hay más terreno firme, la "materia" no es más la realidad masiva elemental y simple a la cual se pudiera reducir la phisis. El espacio y el tiempo no son más entidades absolutas e independientes. No hay más, no solamente una base empírica simple, sino tampoco una base lógica simple (nociones claras y distintas, realidad no ambivalente, no contradictoria, estrictamente determinada) que pueda constituir el sustrato físico. De allí una consecuencia capital: lo simple (las categorías de la Física clásica que constituyen el modelo de toda ciencia) no es más el fundamento de todas las cosas, sino un pasaje, un momento entre dos complejidades, la complejidad micro-física y la complejidad macro-cosmo-física.
(Edgar Morin, Introducción al pensamiento complejo, Editorial Gedisa, 2004.=)

Es decir, que basta ya de tratar de comernos el coco con lo del control absoluto con respuestas absolutas, basta ya de desmigarlo todo y reducirlo a partes que, separadas, no tienen sentido. Ya está bien de tratar de venderno la moto de las respuestas para siempre a problemas que cambian constantemente.

Zirbêth