martes, septiembre 07, 2004

REQUIEM

No, esta vez no vengo a lamentar la pérdida de vidas humanas. Esta vez es algo distinto, aunque de un valor también incalculable.

Para aquellos de nosotros que amamos los libros y la literatura, el pasado día 3 de septiembre fue una fecha negra que difícilmente olvidaremos. La biblioteca de Anna Amalia, en Weimar, Alemania, fue asolada por un incendio que destruyó 30.000 líbros antiguos, la mayoría de los siglos XVI al XVIII, entre ellas joyas como las colecciones privadas de las familias de Achim von Arnim, Franz Liszt y Friedrich Nietzsche, la mayor parte de la colección musical de la duquesa Anna Amalia, que incluye música religiosa, de concierto, de cámara y ópera y cancioneros únicos, partituras originales de Mozart, Haydn o Gluck, originales de Shakespeare, la mayor colección del mundo de ediciones de "Fausto" (casi 3.900 volúmenes) unos 2.000 manuscritos medievales y alrededor de 8.400 mapas históricos. Y la lista aún no está completa.

Otros muchos han quedado seriamente dañados y está por ver si se podrán restauran o habrá que incluirlos en las bajas del patrimonio cultural de la humanidad.

Un accidente. Un accidente que se podría haber evitado. Una tragedia. Otra más.

Zirbêth