jueves, agosto 19, 2004

LA REALIZACIÓN DE UN SUEÑO

Hace mucho años, enamordada de C.P. hasta la médula, escribí con torpes dedos en una vieja máquina de escribir (aún no tenía ordenador) una lista de cosas que quería hacer en mi vida. Era una lista larga inspirada en ese amor (porque, cuando me enamoro, es como si el mundo se desplegase a mi alrededor con una intensidad que, desgraciadamente, no usa en momentos más normales) plagada de sueños y planes, desde viajar por el mundo a nadar con delfines, pasando por aprender a bucear con bombonas y montar a caballo.

Pues bien, hoy he dado mi primera lección de equitación. Me encantaría tener palabras para describir las sensaciones con justicia, pero me temo que, al menos de momento, no puedo. Sólo diré que he reído y reído, incluso cuando estaba asustada. Eran unos caballos enormes. Y muy hermosos.

Zirbêth, profesionalizándose en lo de ser rohirrim.