martes, septiembre 14, 2004

AYER

Ayer fue mi primer día después de la piscina. Lo empecé con placidez, leyendo. Pero fue un día desastroso. Me quedé hecha una baba y ni siquiera escribir aquí me llamaba. Llevaba días quejándome de que no tenía tiempo para escribir y, ala, cuando tengo todo un día, ¿qué hago? Deprimirme, pensar en negativo, hacer de mis objetivos problemas y de esos problemas montañas inalcanzables. Hay que ser idiota.

Zirbêth, tratando de desidiotizarse.