viernes, julio 16, 2004

SONIDOS GUSTOSOS

Me gusta mucho el sonido que hace la cadena de la bici cuando dejo de pedalear, tiqui tiqui tiqui...
Me encantan los sonidos repetitivos del clic del bolígrafo automático, o el correr de una cremallera arriba y abajo. Bruka me tiene prohibido acercarme a su mochila. Dice que soy una exterminadora de cremalleras.
Me gusta como suenan mis uñas unas contra otras, o tamborilear con ellas sobre la mesa.
Me gusta el sonido crujiente de la ropa al rozar por un movimiento acompasado. En las reuniones familiares ese roce se convierte en sinfonía, porque todos se dedican a balancear una pierna cuando la tienen cruzada sobre la otra.
Una vez casi me echan de clase por taconear repetitivamente en la tarima de la mesa del profesor con los pies. No era mala idea, es que me gusta mucho el sonido sobre la madera.
Me gusta el sonido del teclado al escribir, aunque no cuando tengo sueño y es otro el que teclea.
Me gusta el canto matinal de un pájaro que no reconozco, pero que canta en verano, siempre en verano, y que si no fuera porque es al amanecer, pensaría que es el ulular de un buho o lechuza. ¿Podría serlo? Suena algo así como uh uh uuuuh uh uh uuuuuh uh uh uuuuuuh (vais a tener que echarle imaginación, porque que yo sepa esto no admite archivos de sonido y, aunque lo hiciese, yo no tengo tal archivo).
Me gusta cierto sonido que sólo se escucha de manera interna y que brota de un movimiento acompasado que hago cuando estoy tumbada y me quiero dormir. Es un movimiento que mi madre me hacía de pequeña para eso mismo, dormirme, con la mano en el trasero y agitándomelo suavemente, como un balanceo.
 
Todos estos sonidos me resultan muy relajantes.

 
Zirbêth