miércoles, enero 03, 2007

LOCURA SOCIAL

Nunca antes la verdadera infancia se ha visto tan acorralada, que los niños duran en su niñez menos que el famoso caramelo en la puerta del colegio. Se me caen los palos del sombrajo cada vez que veo a un crío de doce o catorce años jugando a fumar, a beber, a sexo, y las niñas desde los diez o antes maquillándose, con tacones, en poses de adulta inmadura...

Porque si los niños de hoy pierden tan pronto las prevendas de la infancia, los adultos permanecemos en una especie de infancia inducida en la que sólo cuenta la satisfación de los impulsos y deseos de modo inmediato, sin importar que para ello te entrampes e hipoteques tu vida, mucho más niños estos supuestos adultos que esos niños demasiado pronto dados al consumismo adulto.

El maldito sistema parece funcionar: nos convierte a todos, niños y mayores, en consumidores consumidores consumidores.

Zirbêth.