PIENSA MAL Y ACERTARÁS
Cuando le conté a mi psicóloga lo del masaje y la llamada, me dio una colleja. Metafóricamente hablando, se entiende. Me regañó por ser una tonta confiada. Me vino a decir que mejor pecar de desconfiada y disculparme llegado el caso, que creerme lo que me dicen sin más. Medida de precaución, simplemente. El tradicional "piensa mal y acertarás", al que siempre me he resistido a recurrir, porque "las apariencias engañan".
Pero a la luz de los acontecimientos, va a ser que me merecía la colleja. Porque aquel masaje inocente fue el preludio de lo que hay ahora, y de todo lo que ha habido por medio. Así que, nada: la próxima vez que me llamen para decirme "le he dado un masaje a una chica del grupo, pero de verdad que sólo ha sido eso", pensaré mal. Pensaré lo peor, vamos. Aunque no abandone esa otra máxima que dice: "espera lo mejor, pero prepárate para lo peor".
Zirbêth, modo refranero on.
1 Comments:
Estoy de acuerdo contigo en resistirte al "piensa mal y acertarás" pero hay que establecer una línea realista entre lo que puede suceder y lo que no. Esta linea esta basada en la confianza que le podamos tener a una persona o grupo.
Igual, suceden cosas que duelen pues la naturaleza humana nunca dejará de sorprendernos. Ni modo.
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