LA LISTA BLANCA
Entre las buenas costumbres que he ido dejando abandonadas por el camino, se encuentra la de llevar un cuadernillo de notas sobre aquello que he de hacer o conseguir, o comprar o lo que sea. Ese cuadernillo me ayudaba a organizarme mucho mejor y a evitar lamentos y golpes de pecho. Parece que, en vez de volverme más responsable con los años, en algunos aspectos voy para atrás como los cangrejos (siberianos, jajaja).
Tengo que enmendarme. Sobre todo ahora que mi tiempo va a resultar considerablemente reducido del hecho de tener un trabajo fuera de casa. Tengo un montón de cosas que hacer que olvido y me obligan a entonar el mea culpa ante otros o ante mí misma. Desde ir a solicitar que de asignen médico de cabecera hasta traducirle esos textos a mi primo, pasando por cosas tan sencillas como hacer lista de la compra (y así estoy, sin leche y gorroneando a mis compis de piso).
Nada, nada. No se hable más. A partir de mañana me tengo que enmendar. Buscaré una libreta de notas y a darle uso y disfrute a sus páginas. He dicho.
Zirbêth, modo buenos propósitos on.
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