martes, mayo 24, 2005

AUTOENGAÑO: O, EL DESDÉN CON EL DESDÉN

Creo que ya he mencionado este tema antes, o al menos lo he rozado tangencialmente. Pero últimamente me ronda la cabeza.

Juego. Eso es lo que parece el amor y las relaciones de pareja para demasiada gente. Un juego. No, no me refiero a que no se lo tomen en serio (aunque pase demasiado a menudo), si no a que parece que, antes de meterse en faena, uno tenga que aprender ciertas reglas para que las cosas vayan bien. Y no reglas, digamos, de carácter humanizador, como podrían ser ciertos comportamientos éticos (sinceridad, respeto, etc.). ¡Qué va, las reglas del juego son otras! Resumámolas en estas 10 que siguen:

1. Disimula: si te gusta alguien, que crea que no. Si ya estás tonteando con ese alguien, que parezca que el interés no es muy grande. Si sales con él, haz como que en cualquier momento puedes cambiar de idea.
2. Miente: ni se te ocurra decir a las claras lo que quieres o sientes, porque es el mejor modo de quedarte sin relación.
3. Resiste: cuanto más mantengas el fingimiento y las mentiras, más se pillará el otro.
4. Sé un buen actor: disimular y mentir no son artimañas, son facetas de un mismo arte: actuar. Si estás de los nervios por dentro porque no sabes lo que el otro piensa o siente, finge como un maestro y oculta lo mejor posible cualquier sentimiento.
5. Nunca te enfades: por supuesto, nos referimos a que no pierdas los nervios si el otro es mejor actor o actriz. Esto es cuestión de aguante.
5. Ignórale dosificadamente: otra maravillosa técnica también conocida como "sí pero no".
6. Maltrato psicológico: es fundamental para conseguir burlar las defensas del contrario. Eso sí, no olvides encubrirlo con el disfraz de la propia indecisión.
7. Técnica del descoloque: una de cal y otra de arena, que nunca sepa por donde le vas a salir.
8. Celos: presume de amigos o amigas, queda con ellos (o finge que quedas) para provocar inseguridad y mosqueos que ayuden a minar su personalidad. Pero ojo, que no vaya a llegar la sangre al río (el alcohol hay que evitarlo...).
9. Desengáñale: si llevas una semana, por ejemplo, muy complaciente, queda con él/ella, y luego anula la cita. Eso sí, cuando haya cita, que se quede sin aliento.
10. Autoengaño: es la más importante. Tienes que mentirte a ti con tanta o más dedicación que al contrario. Y es que, si tienes conciencia, hay que mandarla callar con dosis de autocompasión y desprecio. Además, tienes que evitar darte cuenta de que, a lo mejor, esa persona te importa demasiado o más de lo que debería. Si bajas la guardia, estás perdido.

Vale, ¡qué montón de mezquindades juntas! Y sin embargo... Sin embargo es el pan nuestro de cada día, tan bien llevado y tan automatizado que se considera lo normal, porque nadie en su sano juicio se va a poner autocrítico para acabar perdiendo al posible "amor de su vida". Ya habrá tiempo de confesarle, con barniz romántico, cuánto sufrías por su indiferencia y lo que te costaba mantenerte frío ante sus desdenes. Sí, ya habrá tiempo. Cuando el miedo al compromiso, el miedo al fracaso, el miedo, en general, esté lo suficientemente adormecido por la costumbre. Porque, a fin de cuentas, todas estas maquiavélicas técnicas no son más que defensas psicológicas. Y defenderse es lo que importa, ¿no?

Pues bien, también yo juego a veces. También yo necesito acostumbrarme poco a pco a los cambios y hacerme paso a paso a la idea de que algo está ocurriendo. Pero no me gusta. Lo llevo mal. Y esa parte idealista (e idiota, me dirán) de mí que, tarde o temprano, siempre salta a primer plano, traspasa cualquier barrera y manda al garete las reglas del juego, empeñada en jugar a su manera. Incluso cuando me hago la pregunta fundamental "¿Tienes dudas?", ante la cual suelo, en caso de respuesta afirmativa, abstenerme de actuar. Bueno, pues ya no quiero jugar. No más.

Zirbêth.

6 Comments:

Blogger Eleder said...

No sabes hasta qué punto estoy de acuerdo con este post, Eowyn.

Has expresado con toda claridad una de las cosas que más me joden de esta sociedad actual: lo que yo llamo "el sexo como arma" (tú lo dices "juego", pero el concepto es el mismo).

Y si no juegas, o tienes muucha suerte, o estás condenado a la soledad. Y esto es lo triste. Para que hablen luego de chantajes.

En fin, que muchas gracias por el post. Al menos nos queda el recurso al pataleo de vez en cuando... aunque sea un triste recurso.

5:03 p. m.  
Blogger Purgatorio said...

Hay que tener mucho cuidado al usar todo esto que tu dices, hay gente que una vez herida no vuelve y si el desengaño es permanente o le das demasiada cal, se jode todo y no hay posibilidades de recuperarle.

Hay gente que no estamos dispuesta a luchar "a cualquier precio" por el "amor" de alguien durante periodos de tiempo indefinidos, podemos darnos un golpe o dos, pero más no, el que nos quiera querer, que nos quiera por como somos y no por como actuamos bajo situaciones de tensión, por que entonces estás sentando las bases sobre algo que no es real, sobre unas reacciones falsas.

La defensa es una reacción normal y básica ante una situación de peligro , en este caso psicologico, pero esto es como en la Guerra de las Galaxias ( y perdon por la analogia absurda), si quieres que tus naves del amor salgan o entren en tus hangares las de otros, tendrás que bajar los escudos o perderás a la flota que puede ayudarte a vencer la batalla de tu vida, así que hay que tener cuidado por cuan altas pones tus barreras.

A mi una vez me dijeron que no había luchado lo suficiente por una persona (despues de que esa persona se tirase a otro tio y me dejase plantado un fin de semana entero), la separación entre la lucha y la humillación por alguien es una linea demasiado delgada.

Sin embargo, y con esto termino este rollo patatero, ten cuidado de lanzarte al rio sin saber si hay piedras cercanas al nivel del agua, o de si hay agua, guarda siempre la ropa antes de nadar, no en el sentido de ir saltando de rama en rama, sino de procurarte un agarre lo suficientemente duro para no escogorciarte, esto último me lo dijo una gran amiga mia y es un buen consejo.

Ten en cuenta, que hagas lo que hagas, estará bien hecho, los seres humanos no somos idiotas y siempre elegimos lo mejor, al menos en ese momento, aunque luego no sea lo que esperabamos, en ese momento es lo mejor que hay.

Besos y apoyos.

5:56 p. m.  
Blogger Eleder said...

En resumen, Purga: "no te entregues, no confíes, no creas, porque en nada puedes crear, en nadie confiar, ni por nadie entregarte". Seguramente es así. Pero triste epitafio para nosotros...

9:29 p. m.  
Blogger Eowyn Zirbêth said...

Niños, niños, que se ve que no me expreso bien. Trataba de ser sarcástica y caústica, jo. Pero si lo que yo abogo es por evitar ese tipo de artimañas. Y para empezar, evitándo usarlas uno mismo. Es duro, pero ser un pionero nunca ha sido fácil.

Bueno, es que yo soy de lo más optimista/positiva... hasta que pierdo los nervios, claro...

9:57 p. m.  
Blogger Eleder said...

Eowyn, yo te he entendido, no te preocupes. Igual quien me he expresado mal he sido yo... Quería decir "has expresado con toda claridad cómo te jode a ti también lo mismo que me jode a mí: lo que yo llamo 'el sexo como arma'..." y etc.

Y en lo demás, no era irónico: un poco amargo sí, pero no irónico; te daba (y doy) las gracias en serio. :)

11:28 p. m.  
Blogger Purgatorio said...

Si te entregas, si confias y si das, a veces te la dan, pero tampoco puedes cerrarte, aunque duele mucho volver a abrirse

12:18 a. m.  

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