jueves, mayo 05, 2005

ASUMIDO

Mi cerebro no da mucho de sí, no soy lo que se puede llamar una lumbreras, precisamente. Tras años de tratar de serlo, e incluso cuando mis primeros años de cole, bastante brillantes, me hicieran albergar esperanzas, tengo que asumirlo y lo asumo: no soy demasiado inteligente. Si a eso le sumamos mis crisis de ansiedad y que, de vez en cuando, mis habilidades sociales pasan a sub-cero y me cargo las relaciones laborales por no ser más "pragmática", pues debo admitir que la perspectiva de ser maruja me quedaría bastante bien. Soy apañá para esos menesteres, cariñosa, hacendosa, en fin, esas cosillas. En casa, me podría dedicar a escribir, leer y, por qué no, traducir de vez en cuando. Así contribuiría a la economía familiar, sin tener que mantener el tipo de cara a las relaciones sociales hipócritas típicas de las empresas. Es que no sirvo para eso, de verdad.

Pero, claro, está el horno laboral para bollos, así que me temo que eso de sus labores queda para los libros de historia antigua. A ver si me centro y me hago maestra, que al menos, al ser funcionaria, no tendré la espada de Damocles del despido sobre mi cabeza... salvo que las cosas cambién, que nunca se sabe.

En fin, lo dejo, que desbarro.

Zirbêth.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Eso de dedicarnos a nuestras labores lo hemos pensado todas en nuestras horas bajas y algunos varones también, pero es mal negocio a la larga. En cuanto a lo de la inteligencia creo que te minuasvaloras querida, no eres Einstein, pero en cuanto controles lo de la ansiedad y cojas un poquito de
mas seguridad en tí misma, estarás bastante por encima de la media. Ah, tampoco te vendría mal una dosis de picardía.

7:55 p. m.  

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