6 HORAS 6 (+1)

Osea, siete horas estudiando, con paraditas y tal y un poquito, si tu quieres, de marujeo con la de enfrente, que no todo es dejarse el dedo pegado en el lápiz de dos colores y la espalda retorcida como una alcayata desechada. Pero, vamos, quitemos una hora de visitas al baño (es lo que tiene beber tanta agua [sí, intento* hacer régimen, again], que no paras de evacuarla), charleta, paseo recupera-culo-dormido, vecinas que deciden marujear al pie de la ventana (también tienen derecho, sí, pero más lejos), y digamos que la cosa se queda en seis hors, seis, como una buena tarde de tauromaquia.

Que rabia me da no tener con quien irme a pasear ahora un rato. Total, ya no me entero de lo que leo y el dedo índice muestra signos de atrofia aplanante. Un buen paseo y un no helado (régimeeeeen), a ver si así me dormía pronto esta noche y mañana... Mañana lo mismo, vamos. Menos mal que aprendo cosillas. Pero odio la fonética. ¡La odio con todas mis fuersaaaaas! (léase visualizando a Madam Min de Merlín el encantador, tras su combate con el mismo...).

Zirbêth, aburridilla y con ganas de que la espera acabe, al menos en parte.

* "Hazlo, o no lo hagas. Pero no lo ntentes." que diría Yoda.