sábado, abril 16, 2005

EN EL PALO DEL GALLINERO

En los últimos años he venido desarrollando una increíble capacidad para quedarme dormida en lugares de lo más insólitos y en cuestión de nanosegundos, dejando en muchas ocasiones a interlocutores y amigos con la palabra en la boca y alucinados. Que estés conversando conmigo y, de repente, me caiga hacia delante o atrás absolutamente dormida es, creo yo, un mecanismo de emergencia de lo más apañao. Desde que nació mi hermana pequeña y empezamos a compartir habitación, mi oído se especializó en detectar ruidos no rutinarios y de dormir a pierna suelta pasé a despertarme con un suspiro. Pero, como os decía, de un tiempo a esta parte me duermo profundamente sin mediar bostezo o cabezada. Y, bueno, no pasa nada si estás en buena compañía y cuidan de ti y tal. Lo malo es cuando te quedas comatosa en un tren y apareces en vaya usted a saber, o en el metro, como hace poco. No sé cómo no me roban. Las cuatro horas de "siesta" en el aeropuerto el día de vuelta me dejaron alucinada, aun cuando en esa ocasión tardé casi quince minutos en dormirme. Pero vamos, debí abrir los ojos cinco o seis veces en ese tiempo, para asegurarme de que no me robaban el equipaje. Pero tuve suerte. No me despertaron ni la gente hablando, ni el sistema de magafonía ni una bomba que hubiese caído, vamos. Por dormirme, me he llegado a quedar dormida de pie en la ducha.

A mis amigos, cuando les cuento esto, les suele hacer gracia. Cuando lo presencian, se quedan un poco a cuadros. Pero aunque les divierta o sorprenda, no les parece censurable. Bueno, o no se lo parecía, hasta que les dije que también me ha pasado mientras... Bueno, ya sabéis...

Insisto, es un mecanismo de emergencia. No es por traumatizar a nadie.

Zirbêth.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Jamás lo reconoceré en público, pero sí es cierto: yo me dormí de pie en un pub de heavy metal a supermegabaudios. Junto al altavoz. sigh. Pero lo de quedarse dormida en ciertos momentos es aún mejor, ... de hecho me sé de uno a quien se lo han hecho :( Desde entonces carezco de Ego Masculino, eso que he salido ganando. Como dice Fray Tuck: "gracias, Señor, por enseñarme a ser humilde"

9:46 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Lo del mecanismo de autodefensa es cierto. A mi me pasa cuando me levo un disgusto muy grande, y todavía más si el causante está presente. Y no importa que grite. Allí me quedo como un tronco.

A veces es un engorro y otras es parcialmente estupendo porque una se despierta mucho más contenta.

12:43 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home