domingo, marzo 06, 2005

DEEP IMPACT

Ozú, que dramonazo. Si lo que querían era hacerme llorar, casi lo consiguen. Me han salvado los veinte minutos de anuncios, que han dado tiempo a que mis lágrimas recularan. Ya sé que no es decir gran cosa, pero no es tan mala como Armagedon. O, al menos, no hay que soportar tanto discursito patriótico. Aunque en esa te ríes (con y de) de vez en cuando. Que mal rato he pasado, caramba.

No soy capaz de imaginar como debieron sentirse no hace demasiado, al otro lado del mundo, al ver llegar la Tsunami.

Zirbêth.