PELIRROJA
Ya sé, ya lo he dicho, pero... vuelvo a ser pelirroja. Fui a la pelu y, tras una larga deliberación, los reflejos de fuego del postizo del muestrario me decidieron. Total, rubia paso, ya he escarmentado. Morena... Siempre hay tiempo. Y pelirroja mis ojos se ven más verdes que marrones, oscuros pero verdes. Ojos indecisos, que cosas, pero no soporto las lentillas, me temo.
El caso es que, en contra de mi costumbre, me alisé el pelo, es decir, dejé que me lo secaran. Y, claro, su largo real me dejó alucinada. Con el pelo secado al natural, y ondulado por tanto, me llega aproximadamente a la altura de media espalda, donde el cierre del sujetador. Pero liso, me llega por la cintura. Que pasada, hacía tanto que no me lo secaba liso que no lo sabía. Me gusta, me lo secaré de vez en cuando. ¡¡¡Y no está estropeado pese a lo que le hice durante la aventura capilar!!! Está suave y sedoso. Y más que lo va a estar ahora que lo lavo con agua de Madrid.
Ya sólo me falta alguien a quien le guste peinármelo.
Zirbêth.
1 Comments:
// jajaja, pues yo también tuve mi momento de mágico descubrimiento del largo real de mi cabello hace poco al bañarme. la única cosa es que a mi apenas me va dando, así mojado y estirado, a media espalda. mientras que ya seco y normal como es, rizado, debe andar poco abajo de los hombros.
lo que no había pensado es en eso de alguien para que me lo cepille. por lo regular no me gusta que me toquen el cabello, pero ¿porqué no probar? parece que este es buen tiempo para dejarse apapachar. ;) //
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