lunes, noviembre 22, 2004

FUERA DE JUEGO

Ya sé que no estoy escribiendo demasiado, pero es que estoy agotada. Tengo una resaca emocional del quince y cargo de conciencia por todo lo que no he hecho y debía hacer a causa de la gripe y de otros asuntos. Necesito unos días para recargar pilas, para dormir horas de más y darme duchas relajantes (no tengo bañera en esta casa). Ver pelis, leer libros agradables y recuperar mi ritmo de lectura y trabajo. Soy una completa nulidad cuando el corazón se me escapa.

Pero mi corazón a regresado a su sitio. Todo está de nuevo bien ajustado. Incluso mi habitación empieza a estar más ordenada (ejem). Supongo que lo de que el Calvo se haya llevado las cosas suyas que quedaban ha ayudado a dar esa impresión...

Sin embargo, a partir de mañana empiezo con el horario salvaje de diez horas al día, entre cincuenta y sesenta horas a la semana, de trabajo. Todo sea por la pasta para poder prepararme las oposiciones sin estreses. Así que, lamentablemente, deberé reducir el tiempo dedicado a escribir en el blog. Seguro que algún día se me desatan los dedos y acabo acostada a las tantas de la noche por contar vaya usted a saber qué, pero tengo que moderarme. Y no sólo por lo de las horas de trabajo. Tengo que empezar a estudiar, a regularme y repartirme las horas de estudio y ocio, o mal iré.

La luna brilla tan hermosa esta noche, que las nubes no pueden ocultarla del todo. Corren y corren frente a ella, dejando un halo misterioso e inasible. Pero aunque fuese noche cerrada de luna nueva, yo vería el camino frente a mí claramente marcado por la voluntad que me guía.

"Que quien dirige mi rumbo, guíe mi nave". (Shakespeare, Romeo y Julieta)


Zirbêth.