sábado, mayo 17, 2008

RESACA Y FIEBRE

Creo que ya lo he contado antes. De pequeñaja, si alguien me gritaba enfadado, me impresionaba tanto que me quedaba inconsciente. Al menos, eso es lo que mi mami me ha contado. Es decir, que lo de ser hipersensible me viene de antiguo.

Llevo ya varios findes que, al llegar el viernes, me encuentro agotada y sólo pienso en estar tranquilita en casa, en dormir, en descansar y no ver a nadie. De hecho, ya van dos semanas que paso el finde en casa con fiebre y apenas un poco de picor de garganta que insinúe una posible infección que justifique la misma.

Francamente, creo que es resaca. Resaca de cambios y tensiones. Han sido unos meses muy intensos, entre unas cosas y otras. Para otro tal vez no lo sería, pero yo soy terreno fértil para estás "afecciones".

Primero, la neumonía, el buscar piso, Fitur. Luego la mudanza, los problemas en el mi antiguo curro, el tomar la decisión de irme. El miedo, el tragarme la ira, la sensación de indefensión. Los gastos, el lanzarme al master. Siempre que paso tensiones y cambios, reacciono metiéndome en algún proyecto nuevo que, claro está, me satura en momentos en que no debería cargarme con más cosas; de algún modo necesito saber que hay algo nuevo en mi vida, potencialmente positivo, que me engrandece ante mis ojos y los de los demás; menudo absurdo. Las primeras semanas en un curro nuevo siempre son más complejas, más tensas. Tensión, esa es la palabra. Y no he hecho aún la traducción. Me falta la energía y, sobre todo, la fuerza de voluntad.

Me estoy aislando, encima. No quiero agobiarme, pero estoy sin pasta, así que no salgo. Entre la falta de pasta y el cansancio perenne, no me apetece quedar con nadie. Ni el sexo me apetece, ya ves.

Me apetece mi gata. Me vuelve a apetecer leer, que llevaba unos meses que apenas leía. Me apetece dormir y jugar al wow (apenas juego un día a la semana). De vez en cuando, me apetece pasear, pero en solitario. Me apetece un viaje, pero reconozco que casi en solitario. De ir con alguien, tendría que ser un acompañante silencioso, que buscase lo mismo que yo. Independencia, soledad, pero la seguridad de tener cerca a alguien. Libertad, soledad, autonomía, silencio.

A lo del silencio no está ayudando nada que en el paqruer de al lado de casa estén instalando lo que todas vistas augura una fiesta popular con cocierto. Algo me dice que esta noche no toca dormir.

Quiero dinero. Quiero poder disponer de mi dinero para escaparme. Irme al Rastro, que hace años y años que no voy. Irme a ver al bebé de Baya e Isildur, pero durmiendo en un hotel, por mi cuenta. Irme de viaje solitario los findes, o cuasi solitario. Unas vacaciones de un mes seguido con dinero. ¿Tendré alguna vez algo así? Permitidme que lo dude.

Estoy impaciente y saturada. Mala mezcla.

Zirbêth, mmrrrpuff.

1 Comments:

Blogger Aldebarán said...

Yo si creo que lo lograrás, poquito a poco, con paso de hormiguita.

Ánimo

7:34 a. m.  

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