ZIRBÊTH, GO HOME!
Eso mismo, pero en cristiano, es lo que me ha dicho mi jefe, harto de oirme toser, de no entenderme cuando le hablaba y de que gastase el papel higiénico de la empresa empapando mis irreductibles mocos. ¡Vete a casa, Zirbêth! Como soy una niña buena y obediente, y me duele desde los oídos hasta la boca del estómago como si me hubiese dado por comer y respirar cristales, según he fichado he puesto la directa a casa. En media hora, la médico (¡Atchús!) me dirá lo que me tenga que decir (¡atchús!) y yo me volveré a casita, me tomaré lo que me haya recetado y me meteré en la cama a sudar la fiebre que me está subiendo por momentos. Y a intentar no toser, porque resulta dolorosísimo...
Zirbêth, pocha.
2 Comments:
Simplemente: ¡MEJÓRATE!
Un Abrazo.
Bye.
Zumo de limón con miel¡¡¡¡¡¡
Es mano de santo.
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