lunes, octubre 15, 2007

TERAPIA LABORAL

Nada como una jornada de ocho horas de curro intenso y productivo para sentirse como una rosa mentalmente. Aunque los ojos se te caigan a cachos por tantas horas de pantalla y luz de baja calidad, y estés deseando llegar a casa para cenar y meterte en la cama.

No, sí al final acabaré adicta al trabajo, ya veréis...

Zirbêth.