viernes, octubre 05, 2007

SÍNTOMAS

Durante años, he mantenido que el ser humano nace con todos los orificios corporales que necesita y no le hace falta ir haciéndose ningún otro. Este era el modo enrevesado que tenía de decir que no soportaba las inyecciones y que ni loca iba a permitir que me hiciesen agujeros en las orejas. Pues bien, hoy me he hecho el que no tenía (me quedaba uno de cuando bebé). Es un síntoma más de cómo he cambiado. Pequeño, aparentemente insignificante, pero mucho más importante de lo que a simple vista parece. Porque las agujas me dan pánico, y aunque he reculado cuando la chica de la farmacia se me acercaba con la pistola, lo he hecho riéndome, pasándomelo bien. Toda una diferencia que se va plasmando día a día. ¡Soy feliz!

Zirbêth.