lunes, septiembre 17, 2007

LAS ZAPATILLAS ROJAS

Leí ese cuento siendo pequeña, y últimamente me ronda la cabeza. Una niña se encapricha con llevar siempre unos ostentosos zapatos rojos, pero estos están malditos y la obligan a bailar y bailar, sin que sus intentos por quitárselos sean fructíferos. Sin embargo, la memoria no es fiel al relato, que acabo de leer para ver hasta donde mi recuerdo y el relato se parecían. Según el cuento, la niña lleva a misa esos zapatos rojos nada apropiados para presumir de ellos, y un viejo soldado la maldice. La primera vez que los zapatos la obligan a bailar, consigue quitárselos, pero no escarmienta y cede de nuevo a la tentación. Esta vez, le resulta imposible quitarse los zapatos, que se le han soldado a los pies, y estos la obligan a bailar y bailar mientras la llevan hasta un bosque donde se encuentra de nuevo al viejo soldado.

En este punto, mi memoria insiste en que el soldado le dice que el único modo de librarse de los zapatos es cortándose los pies, pero no sé si ella llega a hacerlo, y la versión del cuento que he encontrado en la red no incluye esa parte. Sin embargo, tiendo a pensar que, en efecto, la niña consiente en cortarse los pies, pues de lo contrario mi memoria infantil no lo hubiese archivado como cuento cruel e impresionante.

Y vosotros os preguntaréis "¿a qué viene este cuento ahora?" Pues, sabiendo como sabemos todos lo egocéntrica que soy, viene a algo que se refiere a mí, claro. Más concretamente, a lo doloridos que tengo los pies por culpa de los zapatos nuevos, y a que no sé yo quien está domando a quien, si mis pies a los zapatos o los zapatos a mis pies.

Zirbêth, aunque no baile.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Aparece un nuevo personaje, "El Verdugo", que es quien corta los pies a la niña, al menos en la versión que yo leí de los librillos aquellos de "Alianza 100"...

En esa versión, el "pecado" es acudir a su confirmación con los dichosos zapatos rojos.

3:04 p. m.  

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