HAY ALGO...

Hay algo en lo que soy de lo más inmadura. Hay rachas en las que, aunque sé que por edad y lógica debería hacer uso del autocontrol, resulta que lo dejo en el cajón con bolitas de alcanfor. Sé que no me conviene, que no debo hacerlo, que es un error desde más de tres puntos de vista distintos (x, y, z), que tengo mejores cosas que hacer y deberes obligatorios, que debería esperar, que no debería cometer los viejos errores de siempre, que... Y es precisamente porque no debería que estoy disfrutando tanto.

En situaciones como esta siempre me acuerdo de Sabrina: el personaje de "La insoportable levedad del ser" cuyo mayor placer radicaba en traicionar precisamente aquello que más importante era, aquello que, supuestamente, más amaba o debería amar.

Maldita sea, otra vez esa palabra: "debería".

Zirbêth, flotando, dejándose arrastrar por la marea.