sábado, junio 04, 2005

¿VERDAD O MENTIRA?

Hay un dicho ya vetusto que dice "Amores son acciones, y no buenas razones". Un ejemplo sencillo de lo que esto quiere decir sería el siguiente: típico marido que no para de decir a su mujer cuanto la quiere, pero que la maltrata física y psicológicamente. En cambio, hay quien no dice te quiero muy a menudo, pero con sus actos de cada día lo demuestra.

Así mismo, yo puedo decir que quiero sacarme las oposiciones, que quiero ser maestra, que quiero un novio para casarme y fundar una familia, lo que sea, pero si no estudio, no busco trabajo de maestra y evito las relaciones de pareja, estoy desmintiendo mis intenciones, las intenciones expresadas con palabras.

La verdad no sólo se forma de palabras, sino también de actos. Por eso, hay que ir más allá de las palabras que dicen cosas como "queremos liberar al pueblo irakí y llevarles la democracia", cuando los actos son que hemos llevado la guerra a Irak, ya han muerto miles y miles de personas, no hay democracia, etc. Puede que las intenciones cuenten algo, pero cuando los actos contradicen y ensucian esas intenciones, la verdad salta a la vista de cualquiera que esté dispuesto a querer verla.

Pero querer ver la verdad implica aceptar nuestra parte de responsabilidad. Yo estoy dispuesta a aceptarla, aunque a veces remolonee, aunque me cueste, aunque me sonroje, aunque se me caiga la cara de vergüenza (según los casos, claro).

El ser humano, por desgracia, ha desarrollado la racionalización de manera sutil y sofisticada para mentir, antes que a nadie, a sí mismo. Si algo es verdad para mí, es que es verdad. Eso sí, procura que nada desequilibre la base de palillos o cartas de los cimientos de tu verdad, o la casa se te vendrá encima.

Zirbêth.