MOVIMIENTO INARMÓNICO COMPLEJO

Vaya, lo sé y lo siento. Llevo varios días ya sin escribir aquí. Pero no penséis que es porque me olvide o no me apetezca, es porque he estado liada, para variar, con otras cosas. De todos modos, como ya he avisado (¿reiteradamente?, perdón), es que ahora mismo no voy a poder postear tan a menudo. Empiezo a tener sudores fríos y nervios tendentes al descontrol, supongo que más que normal y lógico. Y, con los nervios, eso que siempre me pasa en estas situaciones, que se me dispara la imaginación. Pero vamos, nada de que preocuparse.

Ayer domingo hice eso que Valtimor llama hacer armarios (nomeclatura aprendida de su mami, fijo, vamos). Traspaso de ropa de invierno a la zona oscura del armario y sacar la de verano y más afín a las temperaturas que estamos soportando y que se avecinan. También intenté ordenar el cuarto para que, además de estar ordenado, parezca ordenado, aunque no he tenido tanto éxito como me gustaría. Después, medio durmiendo, me ví unos cuantos capítulos de friends mientras comía y hacía la digestión, y luego constaté que se me había olvidado tomar la fluoxetina. Un desastre, vamos, que luego me quedé despierta hasta las cuatro y media de la mañana, eso sí, leyendo, que siempre es agradable.

Y este fin de semana (y el anterior, aunque en menor medida) ha sido de lo más revelador. Revelador y liberador. Y, de repente, de sentirme abandonada y perdida he pasado a sentirme fuerte, liberada y querida. Que cosas, ¿eh? Y hasta aquí puedo leer (maldita sea la persona que me ha pegado esta horrenda frase del aquel nefasto programa plesitocénico).

Eso sí, no todo ha sido bueno, pues creo que, uno, tengo que eliminar vilmente de mi vida las cosas que me distraen de estudiar (todavía quedan algunas), y creo que la he cagado, y bien y mucho, con alguien a quien aprecio, así que a ver como lo soluciono, en la medida en que sea solucionable.

En fin, y ahora os dejo. Me voy a seguir estudiando. Eru, que cruz.

Zirbêth.