jueves, marzo 10, 2005

DE PRÁCTICAS

Estaba haciendo las prácticas de magisterio y a la vez trabajaba en un pub. Muchos días, terminaba de trabajar a eso de las cuatro o las cinco de la mañana, me iba a casa, me duchaba y a las ocho tenía que levantarme e irme al cole donde hacía las prácticas. Era agotador, pero por aquel entonces debía tener veinte o veintiún años y lo aguantaba. Normalmente, aunque bosteza que era un escándalo, estaba bastante despierta y disfrutaba mucho. Los críos se me dan bien, me lo paso pipa con ellos, me vuelvo cría sin dejar de ser adulta. Además eran las prácticas, no estaba a cargo yo sóla de la clase.

Pero huvo cierta ocasión en que, desde cosa de la una de la mañana no entraba ni un cliente y estábamos allí el otro camarero y yo y un par de amigos, de charla pero aburridos. Solíamos cerrar a las tres entre semana si no había gentecilla que compensase el gasto de energía. Pero aquel día, a eso de la una de la mañana, y aprovechando que sabíamos que el jefe jefazo estaba de viaje, echamos la llave y nos quedamos dentro, pimplando y jugando a los chinos. Maravilloso juego para mentes espesas por la ingesta de bebidas espirituales, de que no recuerdo más que las penas si perdías. Dependiendo de lo apostado, era medio chupito de burbon a temperatura ambiente (se había acabado la de la nevera) o chupito entero. Estaba asqueroso, así que mientras bebíamos algo más agradable y al gusto de todos, pero que nadie me pregunte qué era. Creo que nos fuimos a eso de las cinco de la mañana, aunque tampoco lo recuerdo muy bien.

Y fui a clase, tras la pertinente ducha y gárgaras para ver si el pestazo de iba. Ya en clase, en primero con Puri que, además de la seño de la clase, era la mejor amiga de mi madre, nos pusimos a "dar de leer" a los niños (así lo llamaban ellos). Suerte que era Puri, porque cuando me quedé sopa con la cartilla del segundo crío en la mano, me dio un meneo para despertarme y me envió a casa.

Debo decir que fue la única vez que hice algo así y que las prácticas me salieron estupendamente y saqué la mejor nota de la clase. Pero que vergüenza, por favor.

Zirbêth.