sábado, diciembre 04, 2004

CALCETINES Y LENTEJAS

Ayer pasé once horas de trabajo rodeada de calcetines. Estuve ordenando bolsas y bolsas de calcetines desemparejados, amén de guantes de fútbol, criket, beisbol, esquí, salva-pantorillas de fútbol, ropa de diverso tiò y guantes de boxeo. Me pasé el día en la sala de trabajadores, de la mesa al suelo y del suelo a la mesa. Cuando paré, lo hice para comerme una estupendísima lata de lentejas que me traje de España (debí traerme más), que me mantuvo en estado de semilevitación hasta bien entrada la madrugada. Cuanto me alegro de que esta noche mi compañera durmiese en su cama, porque igual la mato a flatulencias. Que espanto, se me habían olvidado las contraindicaciones de las legumbres.

Qusiera seguir escribiendo, pero desgraciadamente, me tengo que ir a trabajar. Libro lunes y martes. A ver si puedo esos días. A ver si se me ocurre algo que contaros o tengo tiempo de leer algo que me deje hablar de otra cosa que no sea trabajo, calcetines y falta de soledad.

Zirbêth.